Este viernes 19 de julio se estrena ‘Expediente Warren’ (The Conjuring), la nueva película de James Wan que de nuevo parece empeñado en meter el miedo en el cuerpo y que nos cueste dormir esas noches que nos quedamos solos en casa. No solamente repite en el género de terror, sino también repite actores como es el caso de Patrick Wilson, protagonista de ‘Insidious’, su gran éxito tras el bombazo de ‘Saw’.
Lo que cuenta se ha contado ya hasta la saciedad: una casa con una maldición que hace que quien la habita sufra una serie de fenómenos paranormales para que se vayan de ella y piden ayuda a especialistas para poder vivir en paz (¿alguien dijo Poltergeist?). Esta ayuda la reciben del matrimonio Warren, formado por Ed y Lorraine, investigadores en lo paranormal. Pero no por haber visto una historia similar más veces se nos quitan las ganas de taparnos los ojos con disimulo para no ver lo que sucede y así no asustarnos. Aunque nos encontremos ante miles de lugares comunes del cine de terror (¿de verdad es de nuevo necesario sacar la muñeca de porcelana, la caja de música, el perro asustado que no quiere entrar en la casa, una casa con más escondites en las paredes que habitaciones, el piano, el espejito, etcétera..?) la película por lo general logra superar a la mayoría de películas de terror de los últimos años.
Al ser una película ambientada en los años ’70, basada en hechos reales y con un tratamiento por partes de documental a veces parece que nos encontramos ante una recreación de un caso paranormal de algún programa televisivo de misterio como Cuarto Milenio, pero su calidad técnica y magnífico reparto (han tardado demasiado en darse cuenta que la fisionomía de Lili Taylor es idonea para una película con posesiones demoniacas) nos recuerdan que estamos sentados en una butaca de cine. Uno de los puntos más interesantes fuera de lo puramente fílmico es como se muestra el origen del estudio de lo paranormal de una forma científica, llegando incluso a darse conferencias en a universidad.
Si buscan la carnicería y la sangre que James Wan regalaba en su primer éxito ‘Saw’ aquí no la tendrán. Aquí la sangre se podría contar en centímetros cúbicos y no en litros como en otras películas. Se agradece que los pocos efectos especiales que hay sean casi “invisibles” y que se juegue más a sobresaltar al espectador con un armario abriendose de forma voluntaria o con el sonido de unas simples palmas. Al ser demoniaco que habita la casa apenas se le presenta durante el film y solo adquiere cierto protagonismo en pantalla en el climax de la película, un climax, todo hay que decirlo, un pelin superdotado de sentimentalidad sobre todo al encontrarnos en un momento de lucha directa ante fuerzas del mal.
En resumen se podría decir que ‘Expediente Warren’ es una mezcla de ‘Poltergeist’ con ‘El exorcista’ pero, aunque mola mucho más un cementario indio y un cura llamado Karras que una bruja ahoraca en el siglo XIX, creo que en este caso la unión suma en lugar de restar y estamos ante una película obligada para los amantes de este cine.
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