Creo de interés difundir esta acertada tribuna publicada hace unos días en el Diario de Burgos por Jorge Soto @JorgeyElisa al cual aprovecho para felicitar por la misma.
La Administración regional acaba de hacer público el mal llamado “Censo de lobos de Castilla y León”. Técnicamente no se trata de un “censo” de lobos, sino una estima de los grupos familiares existentes. Lamentablemente aún no ha aportado que metodología (criterios, procedimientos, esfuerzo de muestreo, e intervalos de confianza) se ha utilizado, algo fundamental si lo que se pretende es compararla con el diagnóstico realizado en el 2001 con vistas a evaluar tendencias en los últimos 13 años.
El cálculo de 1600 ejemplares no se basa en datos empíricos sobre tamaño de grupo, única forma de hacer tal estima, ni sobre porcentaje de lobos solitarios. Para el obtenerlo se ha sobrestimado el tamaño de grupo, adjudicándolo un valor de 9 ejemplares, lo cual sería intrascendente, si no fuera porque en función de este número de ejemplares se establecen los cupos de caza.
Es muy frecuente y totalmente tendencioso el escuchar a nuestros representantes regionales que las poblaciones de lobo se hayan en un “estado de expansión permanente” cuando la realidad nos dice que la especie ocupa actualmente menos del 25% de su área de distribución original en la Península Ibérica. Estas manifestaciones solo obedecen al interés de la Administración de justificar el cambio de la Directiva de Hábitats de la U.E, la cual considera al lobo como especie protegida al sur del Duero. No se entiende este interés enfermizo de continuar cazando lobos, cuando toda la literatura científica habla del despropósito que es someter a los grandes carnívoros a presión cinegética debido al papel esencial que representan en los ecosistemas.
Según los resultados hechos públicos el número de grupos de lobo ha descendido en Burgos. Sin entrar a valorar cual ha sido la magnitud de esta disminución, todo parece indicar que se ha realizado un “maquillaje” de los resultados para suavizar esta disminución con vistas a poder justificar los cupos de caza anuales.
A pesar de existir zonas en la provincia con un hábitat favorable para el asentamiento de nuevos grupos como, son la Sierra de la Demanda y Merindades, estos en 13 años, no han logrado establecerse, y alguno de los que había en el 2001 están erradicados. La misma situación se da en zonas del sur y del oeste provincial.
Si según los datos de la propia Administración, no se cubren los cupos de caza anuales, ¿cómo es posible que la población no aumente en 13 años? ¿Cuál es el problema de los lobos en Burgos? ¿Se evaporan? La Administración, conoce que el principal problema al que se enfrenta la especie es el furtivismo, pero no parece tener la mínima voluntad en erradicarlo, lo cual se demuestra en que los precintos de lobo ya no estén en manos de los Agentes Medioambientales siendo entregados a los cazadores confiando en su “buena voluntad” y la autorización de un excesivo número de batidas simultáneas aun sabiendo que resulta imposible su control dado el escaso número de Agentes existentes.
Por Jorge Soto López @JorgeyElisa el 24/06/2014
Fuente: http://www.diariodeburgos.es/ParticipaDetalle.aspx?ID=66CFDF67-A44F-4F65-978B-EE211E8F4CA8