A partir de entonces fue creciendo hasta que en los 70 la marca, fundada en Mónaco, fue nombrada “Proveedora Oficial de la Princesa Grace de Mónaco”.
Durante todos los años desde su creación, en Lancaster han ido innovando añadido diferentes vitaminas y complejos a sus productos para conseguir diferentes propiedades, como por ejemplo el Retinol. Y así conseguir productos para todas las edades en función de las necesidades de la piel en cada momento. De ahí surgen las líneas de Perfección, hidratación y antienvejecimiento.
Tras la charla, tuvimos el privilegio de probar sus nuevos productos de la mano de las profesionales del centro de estética de Consuelo Silveira. Todo un lujo para nuestros sentidos. ¡Salimos de allí renovadas!
Con Lancaster, presume de tu edad.