Las papas fritas son del gusto del todo el mundo y sobre todo pueden convertirse en uno de los antojos de la mujer embarazada, pero por su buena salud y la de su bebé lo mejor es evitarlas durante los 9 meses de gestación según indican los expertos en salud, ya que la acrilamida presente en este tipo de alimentos que es de origen industrial se conoce como un contaminante capaz de atravesar la placenta y afectar al feto.
Lo que se sabe es que consumir en exceso papas fritas durante el embarazo provocaría que los bebés nazcan con menor peso y con un menor tamaño del cráneo, algo que puede repercutir en su salud y en su desarrollo en todos los aspectos. El cuidado hay que tenerlo tanto con las papas fritas chips que se compran en paquete, como con las papas en bastones que se comen en diversos lugares de comidas rápidas, inclusive dentro de lo posible hay que evitar también las caseras.
Lo malo, al parecer, sería freír los hidratos de carbono a altas temperaturas que es lo que da lugar al contaminante acrilamida que tiene un efecto directo sobre el crecimiento fetal, de forma tan negativa que puede tener la misma magnitud de daño que provoca el tabaco y la nicotina en aquellas mujeres embarazadas fumadoras. Los datos han surgido como conclusiones en un reciente estudio realizado a nivel internacional sobre la dieta mantenida por más de 1.100 mujeres embarazadas y el estado de sus bebés recién nacidos.
Los países participantes de la investigación han sido España, inglaterra, Dinamarca, Grecia y Noruega, en un trabajo dirigido por el Centre de Recerca en Epidemiologia Ambiental de Barcelona y la Universidad de Estocolmo, Suecia. Al respecto de los principales resultados, el profesor Manolis Kogevinas, coordinador de la investigación, indica:
“La reducción del peso es significativa: entre los bebés más expuestos a la acrilamida y los menos expuestos hay una diferencia de 100 gramos de promedio”… “y en general aparece en todos los alimentos en los que un hidrato de carbono se tuesta, fríe u hornea a muy altas temperaturas. Por eso, no se trata de no comer de nada, sino de hacer una dieta equilibrada, no dejar los alimentos más recomendables, evitar los alimentos con más acrilamida y no comer lo más tostado”…”También las verduras tienen pesticidas y no por eso debemos dejar de comerlas”.
Entre los otros productos que contienen el mismo contaminantes encontramos por ejemplo cereales, café, pan y otros productos comerciales o de elaboración casera. El bajo peso de los bebés afectados por este componente condiciona el desarrollo del niño en varios procesos metabólicos, afectando a cada niño de forma diversa.
Vía | Clarin
Foto | Strange Ones
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Expertos aconsejan evitar las papas fritas durante el embarazo