Resulta esencial no fumar para evitar infecciones respiratorias y cumplir con el tratamiento. Las exacerbaciones frecuentes en EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica) aceleran la progresión de la enfermedad así como la mortalidad de los pacientes. De ahí la importancia de identificar a aquellos que tienen riesgo de agudizaciones para poder prevenir el empeoramiento y conseguir controlar la dolencia respiratoria. Así lo destacan los expertos reunidos en el encuentro ‘Aires de Debate EPOC: Del control de los síntomas al control del riesgo’, celebrado recientemente en el marco del 44º Congreso Nacional de SEPAR (Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica).
Además del cuidado preventivo principal, que es eliminar el hábito tabáquico y evitar las infecciones respiratorias que desencadenan a menudo las agudizaciones a través de la vacunación, es necesario cumplir adecuadamente el tratamiento terapéutico a largo plazo. Esto es especialmente importante en el caso de los pacientes con elevado riesgo de sufrir agudizaciones frecuentes. Hay que detectar a estos pacientes en estadios tempranos e instaurarles tratamientos antiinflamatorios y broncodilatadores de forma crónica que prevengan las agudizaciones. Este tipo de pacientes están más predispuestos a sufrir un deterioro más rápido de su calidad de vida, por lo que el tratamiento de la EPOC dirigido a reducir la incidencia y la gravedad de las exacerbaciones mejora el estado de salud a largo plazo. Existen fármacos broncodilatadores altamente efectivos que junto con terapias antiinflamatorias como roflumilast actúan específicamente sobre la inflamación característica de la EPOC.