Explicación en "somos villanos": EPS nos considera muy bajos honorarios

Vamos al grano. Las entidades prestadoras de salud (EPS) pagan "tarifa plana" por cirugía o procedimiento. Por ejemplo, imaginando, pagan al cirujano S/ 2,000 por cesárea. Si la gestante es cardíaca o sana, si es obesa mórbida o de la selección nacional de voleyball, si tiene 40 años o es adolescente, si es portadora del virus del SIDA o de la hepatitis "B" o "C". NO INTERESA. Son dos mil soles, y punto.
Y, ¿cuánto gana el anestesiólogo?
Al anestesiólogo la EPS le paga, siempre, 25% de los honorarios de los cirujanos. En la cesárea nos pagarían (¡ojo! es un dato que imaginamos) S/ 500.00. Con descuento del IGV (25%), más lo que descuenta la clínica (25-30%), quedan unos 250 soles. Si la paciente sufrió un infarto, si tiene HIV, si son gemelos, no interesa. Serían 250 soles y punto.
Estimado visitante: ¿No le es motivo de preocupación saber que su EPS (Pacífico, Rímac, Mapfre, Positiva, etc.) paga tan poco a quien va a ser su anestesiólogo, en su muy importante operación? ¿Cree que con esos honorarios va a atenderlo, siempre, un anestesiólogo de calidad?
Mucha atención, por favor. Imaginemos que llega a consultorio de obstetricia, en la clínica Rinaldo Dalma, una gestante portadora del HIV, solicitando al colega ginecólogo que le haga la cesárea. Tiene seguro particular en la EPS "Atlántico Salud", que le cubre todos los gastos.
El ginecólogo lee la historia clínica y se entera de la infección por HIV. "Caraxo", piensa. "La opero con riesgo de contagiarme el SIDA. ¡Y con la miseria que paga la EPS! Pero si le digo que no quiero operarla, 'ta mare, me denuncia por discriminación. ¿Qué hago?
En eso se le ocurre una gran idea. Le dice a la paciente: "Mire señora. Su recuento de leucocitos, si bien es cierto está en el rango normal, tiende a disminuir. Por ello, es mejor que la vea un inmunólogo. Después vuelve a verme". Difícil que la paciente vuelva, ya se da cuenta que es un vil pretexto. Se libra del "problema" el colega.
O bien, puede decirle lo siguiente: "Señora. Los honorarios que paga su EPS se aplican a una gestante sana. Debido a su "problemita", tengo que operarla más lentamente, para evitar hincarme la mano y contagiarme el HIV. Me voy a demorar en su intervención y no voy a poder llegar a mi hospital, a tiempo. En su caso, los honorarios son más altos, cuatro mil soles. Usted tendrá que pagar la diferencia".
La paciente sabe que es un buen ginecólogo, lo han recomendado. Está desesperada, pues muchos no han querido operarla. Entonces, retira sus ahorros, se presta dinero, y paga la diferencia al médico ginecólogo.
El ginecólogo sigue pensando: "Veamos. Tiene que ponerle la anestesia un buen anestesiólogo. De no ser así, le va a molestar la cirugía, se va a mover, va a pujar, y más peligro de clavarme las manos. ¡Ah, ya sé! El Dr. Rodrigo Elliot está de turno todos los jueves por la tarde, ¡ahí la programo!
El Dr. Rodrigo Elliot, en su turno en la clínica, tiene que dar anestesia a todos los pacientes programados para cirugía. Eso está en su contrato. Salvo causa de fuerza mayor, que no lo es ser portadora del VIH. Recibe a la paciente, se entera de su problema, tal vez no quisiera correr riesgos. Pero tiene que ponerle el suero y la epidural. Dos pinchazos, por lo menos. Dos momentos de posible contagio del VIH. Pero tiene que hacerlo. Está completa la historia clínica, está bien la hemoglobina, está OK el riesgo quirúrgico. Y tiene que resignarse a los 250 soles que le pagará la EPS. Y dentro de tres o cuatro meses.
El colega chileno protagonista de esta historia, el Dr. Parra Muñoz, estaba disconforme con los honorarios que iba a pagar la compañía de seguros. Como lo está este blogger. El Dr. Parra desearía que se le pague lo que, en verdad, vale su trabajo. Como también lo haría este blogger.
Sólo que el Dr. Parra eligió el peor momento para hacer sentir su justo, estamos de acuerdo, reclamo. La paciente ya estaba en sala de operaciones. Y, más aún, ya estaba bajo sedación...