Luis Enrique Monterroso representa a Guatemala en Reunion de Madrid
Los representantes del Gobierno de Guatemala llevan varios días que no paran de acumular millas de un país a otro para presentar el que ya es, por derecho propio, el programa estrella del Gobierno: el Plan Hambre Cero – o mejor dicho el Plan del Pacto Hambre Cero. Atrás quedaron las glamurosas, pero no por ello menos coherentes, llamadas a la legalización del narcotráfico, que seguro volverán pero que tendrán que remar contra todo el establishment internacional, que prefiere gastar en armamento, policía y violencia en lugar de enfrentar el tema con impuestos, educación y democracia. Pero vamos a lo nuestro: el Gobierno solo tiene cuatro años para mostrar resultados -que todavía, en honor a la verdad, no hemos visto- para demostrarle a los chapines que va en serio su apuesta contra el hambre y a favor de la nutrición de los niños y niñas guatemaltecos. El Plan Hambre Cero es su prioridad y su bandera y ya era hora pues Guatemala necesitaba esta priorización desde hace tres décadas.Esta bandera social está empezando a ser conocida fuera de nuestras fronteras, y por ello invitan a los representantes de Gobierno, del sector privado y de la sociedad civil a presentar en otros países las experiencias y los pasos dados, así como los primeros logros parciales. El Secretario de la SESAN se debió dar una paliza aérea para presentar el Hambre Cero en Washington el 3 de Abril y estar luego el 4 en Madrid para la reunión de Naciones Unidas sobre Hambre y Seguridad Alimentaria. En ambos foros, se dio a conocer el esfuerzo conjunto del Estado para luchar contra el hambre, tanto lo que hace el gobierno con la asignación de fondos por resultados (Presupuesto por Resultados) como lo que hace la sociedad civil (iniciativa Tengo Algo que Dar). Por cierto, esta iniciativa ha preparado un video muy ilustrativo sobre la problemática nacional, que ayuda a todos a entender la gravedad del problema, y será presentada en la próxima cumbre del SICA en Costa Rica.
Y hasta hemos conseguido romper la sempiterna barrera del idioma, y ya los ingleses se fijan en lo que se hace en Centroamérica, región casi olvidada por el mainstream del desarrollo más influyente del planeta: los think tanks y universidades inglesas, que son los que llevan la voz cantante en los debates sobre los objetivos post-2015. Os comento esto porque ayer llego a mi inbox el nuevo informe del Instituto de Estudios de Desarrollo de Sussex sobre los compromisos nacionales de lucha contra el hambre y la malnutrición. Este centro de referencia mundial sobre estudios de desarrollo ha publicado su segundo informe con 45 países que tienen serios problemas de nutrición. Bueno, pues Guatemala está el primero en la lista de países con mayor compromiso político. El primero y con diferencia. Atrás quedan otros países muy conocidos en los eventos de la seguridad alimentaria como Perú, Brasil, Malawi, Ghana o Vietnam. Este listado se hace en base a 22 indicadores agrupados en tres áreas: marco legal de protección contra el hambre, políticas y programas SAN y gasto público en nutrición y agricultura. Vamos, que es un indicador complejo y un estudio bastante serio.
¿Y en base a que le han asignado a Guatemala este puesto tan bueno? Pues los motivos que aducen proceden de datos estadísticos objetivos de numerosas fuentes, como el alto acceso al agua potable (92% de la población), un incremento en el acceso al saneamiento mejorado (78%), a que 9 de cada 10 mujeres embarazadas son atendidas por médicos en algún momento del embarazo, y a las programas de alimentación complementaria y lactancia exclusiva los primeros 6 meses entre otros.
También figura de manera prominente el Plan del Pacto Hambre Cero y alaban el mantenimiento de prioridades desde el PRDC hasta el Plan Hambre Cero actual. El canibalismo político y programático guatemalteco -destruir lo que ha hecho el anterior Gobierno y empezar de cero- se ha detenido parcialmente, y eso es bueno para el país, sus instituciones y sus prioridades de largo plazo. También se destacan las estrategias claras y los indicadores de seguimiento para la desnutrición crónica y aguda y las acciones a favor de la seguridad alimentaria. Finalmente, el pisto: el documento señala también que Guatemala invierte bastante en salud y tiene líneas presupuestarias separadas para nutrición, la ventana de los 1000 días y la mortalidad infantil, y el accionar político esta apoyado por información SAN relevante, con encuestas regulares sobre la desnutrición aguda, y con espacios de participación social en el marco del Sistema Nacional de SAN, un ejemplo para otros países.
Pero, pero, pero…no todo es de color de rosa en la maravillosa patria del Pollo Campero…El informe también deja caer alguna de las realidades más palpables para todos los que se pasean por las comunidades rurales pobres de Guatemala: mucho cartel, muchas ideas, mucho ruido pero, hasta ahora, muy pocas nueces. Hay detallitos que prometen pero todos tenemos la sensación de que lo gordo todavía no ha llegado. El Plan Hambre Cero tiene todavía poca implementación en los municipios priorizados y la ejecución presupuestaria es muy baja, vergonzosamente baja para el periodo del año en el que estamos. El año pasado fue igual, y solo al final del año se enmendó la plana con mucho gasto poco eficiente. Planificar se les da bien a los gestores, gastar bien el dinero no tanto. Y es aquí donde se verá el impacto real de tan buen planteamiento teórico: dentro de poco empezaremos a tener indicadores de avance sobre la desnutrición crónica y si no invertimos más en el terreno, puede que no tengamos los avances esperados.
Foto de Ramon Lobo para Jot Down
Donde sí que no vemos avance alguno es en la solución del conflicto del Polochic: uno de los actos más vergonzosos y anti-democráticos de este gobierno, que ahora quieren olvidar y hacer pasar página. Creo que hasta les da vergüenza, fíjese usted….A pesar de las condenas de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, a pesar de las promesas del Presidente, a pesar de la vinculación directa del Secretario de la SESAN en el asunto, a pesar de la evidencia de la injusticia y del poder avasallador de la oligarquía terrateniente frente a las comunidades indígenas -esto suena a frase del siglo XVI- la herida del Polochic sigue abierta. Y cuanto más tiempo pase más perjudicial será para este Gobierno de Guatemala que tan bien puntúa en otros foros. No se pierdan este sensacional reportaje sobre la situación actual, sobre la miseria diaria en la que tienen que vivir los desalojados del Polochic, los trabajadores sin trabajo, los campesinos sin tierra, los seres humanos sin futuro, que es lo que son ahora las más de 700 familias desalojadas por la fuerza de sus tierras. Si esto te indigna, ayuda a esta campañapara que el Gobierno reconsidere su error y gane más crédito ante las agencias que tanto aplauden sus iniciativas contra el hambre. El Polochic no es solo un valle, es un símbolo de la injusticia televisada, y los símbolos hay que cuidarlos porque te pueden ayudar o te pueden destruir.