Hasta el 22 de septiembre hay tiempo para visitar la exposición “Derecho a Decidir. Aborto legal en la Ciudad de México: un modelo para la región” que arrancó ayer jueves en el Centro Cultural Borges, ubicado en las Galerías Pacífico. se trata de una adaptación de la muestra “Nuestros cuerpos, nuestras vidas. Cuatro décadas por el derecho a decidir en México”, que tuvo lugar un año atrás en el Museo Memoria y Tolerancia, y que buscó revertir la desinformación registrada en ese país.
A cargo de Ignacio Vázquez y Maximiliano Florencio, el trabajo de curación reúne obras inscriptas en las artes plásticas, el cine, la fotografía y la intervención urbana. Por un lado, la curadora invitada Pelusa Borthwick aporta material de artistas visuales como la mexicana Lorena Wolffer, que aborda los métodos caseros para abortar, y la argentina Ana Gallardo cuyo muro cubierto por manojos de perejil -”Material descartable” es su título- ilustra las alternativas limitadas que las mujeres de los sectores más desfavorecidos utilizan para interrumpir los embarazos no deseados.
Por otro lado, la doctora en Historia del Arte María Laura Rosa propone una curaduría de diez fotografías que retratan la lucha argentina por el derecho a decidir. También contribuyen a este segmento la artista urbana Hyuro, con un mural dedicado a la presión que ejerce nuestro statu quo, y el colectivo de artistas activistas Mujeres Públicas con una presentación en vivo.
La realidad mexicana vuelve a aparecer de la mano de la cineasta María del Carmen de Lara, cuyo documental Expedientes gira en torno a una serie de casos de criminalización de mujeres y hombres asociados con la práctica de abortos clandestinos, previos a la ley de despenalización vigente en México DF. Su colega Flavio Florencio presenta el recién estrenado Viva México, seguimiento de los procesos judiciales que enfrentan cuatro mujeres acusadas por haber abortado en diferentes estados aztecas.
En este punto cabe recordar que las argentinas seguimos sin poder decidir libremente sobre nuestros cuerpos. De hecho, en nuestro país se producen alrededor de 460 mil abortos clandestinos por año: noventa mil mujeres terminan hospitalizadas y mueren unas cien. En 2005 una coalición de más de trescientas organizaciones a favor del derecho al aborto lanzó la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, que incluyó la elaboración colectiva de un proyecto de ley por la despenalización, presentado cuatro veces en el Congreso de la Nación.
En cambio, la aprobación de un proyecto que autoriza la interrupción voluntaria del embarazo hasta la semana 12 de gestación puso a México a la vanguardia de las legislaciones que facilitan el derecho a decidir en América Latina. En respuesta a esta iniciativa que la Asamblea Legislativa del Distrito Federal sancionó el 24 de abril de 2007 y que la Corte Suprema de Justicia validó un año despúes, 16 estados de esa nación impulsaron reformas a sus Constituciones para impedir todo riesgo de efecto contagio.
Sin dudas, la muestra “Derecho a Decidir. Aborto legal en la Ciudad de México: un modelo para la región” resulta una buena ocasión para retomar los debates que se tejen en torno a la despenalización del aborto en Latinoamérica y en especial en Argentina. La exposición cuenta con la colaboración de la Fundación Ford, el Museo Memoria y Tolerancia, Católicas por el Derecho a Decidir, la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, la IASSCS, el Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE), Amnistía Internacional y del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS).
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Datos básicos
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