Sus representantes son Pollock, Rothko, Newman, Still. Este movimiento es la reacción al contenido explícitamente político del realismo social de 1930 (Rivera). Enfatiza la expresión de ideas inconscientes y emociones a través de la espontaneidad, así como el uso de técnicas automáticas para crear imágenes de diversos grados de abstracción. Evita abiertamente todo contenido político, volviendo al arte primitivo, la mitología y el misticismo para inspirarse. Si el arte a mediados del siglo veinte muestra los síntomas clásicos de decadencia en todas las clases sociales, hay también una evolución específica, especialmente durante el boom de la ‘post-guerra’, el cual transforma no sólo la forma en la que el arte se produce y distribuye en la sociedad capitalista sino también en cómo lo experimenta la clase obrera.
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