¿Hay un flujo masivo de materia que se mueve a través de nuestro universo? Un nuevo estudio refuerza la idea, y crea una nueva visión del proceso de la inflación, la expansión exponencial que se produjo momentos después del Big Bang.
El Universo puede ser dividido en dos componentes: materia y radiación, que es vista como la radiación de fondo de microondas (CMB). Gran parte de la materia se mueve en sentido local; por ejemplo, nuestro sistema solar se mueve a través de la Vía Láctea. Pero de acuerdo con el modelo estándar de la cosmología, la materia componente en general no se debe mover en alguna dirección en particular en relación con la CMB.
Estudios del CMB muestran que la Tierra se está moviendo en una dirección particular con respecto al CMB. Si todo esto es debido al movimiento local, la Tierra debe moverse a la misma velocidad con respecto a los objetos cósmicos lejanos.
Sin embargo, cuando Yin Zhe-Ma de la Universidad de Cambridge y sus colegas analizaron los datos de supernovas y alrededor de 4.500 galaxias, encontraron que el movimiento de la Tierra con respecto a estos objetos era diferente. Esto sugiere que ellos también se están moviendo en relación al CMB, e insinúa un gran flujo de materia, dice el equipo.
Expansión incompleta
Una polémica explicación dada para la anterior evidencia de este flujo fue el tirón de un distante segundo universo. El equipo de Ma dice que un escenario más probable es que el proceso de la inflación, al que se le reconoce por suavizar la distribución de la materia y la luz en el universo temprano y que hace que los dos componentes se muevan al mismo ritmo, no ha acabado su trabajo.
El miembro del equipo Christopher Gordon de la Universidad de Oxford, advierte que esto aún no ha sido confirmado por datos más precisos, como de los próximos instrumentos del Square Kilometre Array y el Large Synoptic Survey Telescope, que trazarán los mapas de más galaxias y supernovas, con mucho mayor precisión. "En realidad ver una señal proveniente de la era pre-inflacionaria sería un gran descubrimiento", dice.
El cosmólogo Douglas Scott, de la University of British Columbia en Vancouver, Canadá, quien no participó en el estudio, lo llama un "análisis eminentemente sensato", pero está de acuerdo con Gordon en que son necesarios datos más precisos para comprobar el descubrimiento.
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