“F”
(Johannes Roberts, 2010) ha sido una
agradable sorpresa que se ha podido descubrir en la marabunta que es la
programación de Sitges. La película, a pesar de ser deudora en muchos aspectos
de la fallida “Ils” (,2006), corrige,
supera y amplia las propuestas de la producción francesa. Y lo hace gracias a
dos cosas tan olvidadas hoy en día como son el guión y sobre todo, los actores.
Dicho esto, nos encontramos ante una historia
de asedio en un lugar cerrado, donde unos enigmáticos encapuchados se las harán
pasar canutas a un profesor y demás extraviados en una enorme escuela pública
británica. El gran acierto de la película consiste en crear un personaje
central interpretado con excelencia por David
Schofield, con el cual el espectador se puede identificar. Y no lo hace por
la vía fácil, ya que estamos ante un personaje anti-climático en sus reacciones
y forma de ser. Un hombre normal que aquejado por un trauma provocado por un
alumno, se refugia en la bebida diariamente para poder afrontar su vida, y que
en las situaciones extremas en lugar de convertirse en un vengador, reaccionará
de manera pusilánime pero realista, sin lograr una redención personal ni
superar su trauma. Un gran riesgo el del director, pero repito, Schofield está
inmenso. Hablando del tema, el resto de
actores también está muy bien, siendo este apartado muy cuidado por Roberts. En
cuanto al guión está sólidamente construido, la película dura 79 minutos y el
director no alarga ninguna situación más de la cuenta, de manera que tanto en la primera parte, más
cotidiana, como la segunda, abiertamente terrorífica, las escenas se suceden sin pausa. El guión también incluye un marcado tono
social, que lo emparenta con el cine del gran Andrew Parkinson, pero sin llegar a la altura de este. Y quizás en
este mismo guión se encuentre el gran problema de la película. Las ideas y
subtramas que apunta quedan sin resolver en su mayoría, salvo la historia del
asedio. Una pena ya que su enigmático
final pide una segunda parte a gritos. Es muy posible que esto se deba al
ajustado presupuesto, ya que la película es muy barata. En cambio donde sí que
han invertido, y resulta inaudito hoy en día en este tipo de producciones, es
en la banda sonora. La música, compuesta por el debutante Neil Stemp, es una de las
mejores composiciones para una película de terror de los últimos años. El resto
del apartado sonoro es también notable, creando una gran tensión y una atmosfera idónea. En cuanto a la dirección, Roberts sigue la
tendencia de cierto tipo de cine social inglés, rodando cámara en mano y con
estilo pseudo documental. El gore es
progresivo, mostrando muy poco al principio pero aumentando la cantidad de
sangre conforme avanza la historia.
Una buena película que demuestra como el
terror puede ser vehículo para casi cualquier tipo de comentario.
Alex Turol
Ficha Técnica
Año: 2010 / Director: Johannes
Roberts / Productor: Paul
Blacknell, Ernest Riera / Guión: Johanes Roberts / Fotografía: Tim Sidell / Música:
Neil Stemp / Diseño de Producción:
Malin Lindholm / Maquillaje:
Nicola Springall, Jenna Wrage / FX:
Dan Martin / Efectos Visuales: Eren
Özkural / País: UK / Duración: 79m. / Presupuesto: 150.000 / Color
Ficha Artística
David Schofield, Eliza Bennett,
Ruth Gemmell, Juliet Aubrey, Emma Cleasby, Finlay Robertson, Roxanne McKee, Tom Mannion, Max Fowler, Mike
Burnside, Christopher Adamson, Jamie Kenna, Tina Barnes, Alexander Ellis, Ian
Cullen