Revista Baloncesto
Por fin se ha producido el esperado movimiento que puede ser el pistoletazo de salida que desencadene muchos cambios en muchos equipos de la NBA. Hasta el momento, los principales jugadores en el mercado habían optado por quedarse con sus equipos. Fue el caso de Dirk Nowitzki en Dallas o Paul Pierce en Boston, y a ellos se sumó desde ayer Joe Johnson, que aceptó la máxima oferta que pusieron sobre la mesa los Atlanta Hawks para retenerle: 119 millones de dólares en seis temporadas.
Así pues, la primera "bomba" del verano ha sido la contratación de Amar'e Stoudemire por los New York Knicks. El pasado fin de semana conocíamos la última oferta de renovación de los Phoenix Suns, que no satisfizo al ala-Pívot de Florida. Casi al mismo tiempo surgían los primeros rumores del interés de los neoyorquinos, deseosos de emprender la reconstrucción de una franquicia que navega en la mediocridad desde hace tiempo. Así pues, la reunión entre ambas partes (equipo y jugador) fue muy fructífera, tanto que ha dado como resultado la contratación de Stoudemire por el equipo de la Gran Manzana.
Los Knicks han echado el resto para hacerse con los servicios de Amar'e, que fichará por el máximo dinero posible. Recordemos que los términos exactos de los fichajes y renovaciones que se han producido hasta ahora no se conocerán hasta pasado mañana, fecha en la que la NBA hará público el nuevo salary cap. A pesar de ello, es vox populi que el contrato de Stoudemire será por cinco temporadas (todas garantizadas) y rondará los 100 millones de dólares.
Una vez cubierta la presencia de una referencia interior estelar en el equipo, el fichaje de Stoudemire tiene como intención secundaria la de producir un "efecto llamada" que atraiga a otro agente libre de primera fila a la franquicia de New York. Como es sabido, el sueño de los Knicks es contratar a LeBron James, que no se pronunciará hasta dentro de unos días. Si fallara LeBron, el principal objetivo sería la contratación de un base para dirigir al equipo, una posición muy huérfana en la plantilla a día de hoy. Los últimos nombres en salir a la palestra han sido los de Luke Ridnour o Raymond Felton, dos bases que no están en la lista de agentes libres estelares pero que podrían suponer una gran adición al conjunto neoyorquino.
Con todo, lo único seguro es que Amar'e Stoudemire ha devuelto la esperanza a los aficionados de los Knicks, que sueñan con que su equipo vuelva a codearse con los mejores. Stoudemire volverá a estar a las órdenes de Mike D'Antoni, quien fuera su entrenador en los Suns en los mejores años de Amar'e en la NBA. Eso sí, entonces formaba con Steve Nash un dúo casi imparable en el pick & roll. Por tanto, los Knicks deberán hacer otro esfuerzo para completar su plantilla si tienen la ambición de volver a estar entre los grandes.