Revista Cocina

Fabada asturiana

Por Recetasdetiaalia

Fabada asturiana

Fabada asturiana
Fabada asturiana.
Dos palabras.
Ni una más ni una menos.
Dos palabras bastan para englobar todo un mundo de potente sabor y de profunda tradición. Pocos platos hay en el panorama gastronómico español que representen tanto de su tierra de origen como la fabada asturiana.
Un plato que, a pesar de haber comido en infinidad de ocasiones, no había tenido el valor de preparar hasta ahora. Sin embargo, después de haberme puesto a ello, no puedo más que decir que es de los platos más sencillos de elaborar que jamás haya pasado por mi cocina.
Para obtener un resultado de matrícula de honor es importantísimo, por no decir imprescindible, hacernos con materia prima de calidad. Aquí no vale cualquier cosa porque se nota. Y mucho. Así que no escatiméis en gastos si lo que queréis es disfrutar de esta maravilla de la cocina asturiana.
¡Ah!...y aprovechad ahora que todavía nos acompaña el fresquito para prepararla porque antes de que nos demos cuenta (eso espero) se habrá instalado entre nosotros la Señora Primavera y con ella se irán las ganas de degustar platos como este.
Necesitamos (para 4 personas)
  • 350-400 grs de fabes
  • Un paquete de compango (chorizo, morcilla, jamón y panceta)
  • 1 cebolla, pelada
  • 1 diente de ajo, pelado

Preparación
Ponemos las fabes a remojo el día anterior a ser cocinadas (yo lo hago la noche anterior ya que han de estar en agua un mínimo de 8 horas).
Escurrimos las fabes, las colocamos en la cacerola en la que vayamos a cocinar la fabada y cubrimos con agua. Añadimos el compango, la cebolla y el diente de ajo y llevamos la mezcla a ebullición. Con ayuda de una espumadera, retiramos la espuma que se forma en la superficie.
Bajamos la temperatura del fuego y cocinamos a fuego bajo, con la cacerola tapada, durante el tiempo necesario para que las fabes estén tiernas (aprox. 2 horas).
Fabada asturiana
Una vez listas, retiramos del fuego y apartamos la cebolla y el ajo. Los trituramos junto con medio vaso del caldo de las fabes e incorporamos la mezcla nuevamente a la cacerola.
Retiramos el chorizo, la morcilla, el jamón y la panceta. Los troceamos y los devolvemos a la cacerola.
Probamos el punto de sal y la ajustamos si fuera necesario.
Antes de servir la fabada, le damos un último hervor de 10 minutos a fuego medio-bajo.
Notas:
  • Para que las fabes no se rompan ni pierdan la piel que las cubre durante la cocción, es importante no removerlas con cuchara sino mover la misma olla con movimientos oscilantes.
  • Si el agua de la cocción se consume en demasía, añadimos un poco más procurando que las fabes siempre estén cubiertas.
  • Como casi todos los guisos de legumbres, la fabada está más rica al día siguiente de haberla cocinado ya que los sabores se asientan e integran bien.


Volver a la Portada de Logo Paperblog