Revista Cultura y Ocio
Fabrice, de 24 años, estudia en Madrid un master de Ciencias Políticas. Nació en un pueblo de Francia situado muy cerca de Lyon, pero desde hace dos años reside en la capital española. Cuenta la primera vez que, con tan sólo 10 ó 11 años, surgió en una comida familiar el tema sobre la homosexualidad. Se quedó con la duda de si sería o no gay, pero lo intentó con varias chicas hasta que, con 16 años, tuvo su primera experiencia con un chico. Iba todos los sábados a un bar de Lyon, pero le costaba por timidez entablar una conversación con otros hombres, hasta que apareció el que terminaría convirtiéndose en su primera pareja. Comunicó a su familia que era gay antes de cumplir los 18 años y la reacción fue muy positiva: “pese a vivir en un pueblo, es muy abierta”. Dice que la situación que se vive en España no difiere mucho de la que existe en Francia, excepto que “aquí pueden casarse y adoptar”. Una posibilidad que en su país no existe “dado que hay un gobierno de derechas muy cerrado”. No es activista, pero forma parte de un club de deportistas gays.