En otras ocasiones hemos hablado de la enuresis o incontinencia involuntaria de la orina, un trastorno urológico frecuente en los niños de entre 5 y 16 años de edad y que afecta aproximadamente al 10% de este segmento de población. Hemos hablado de algunas causas que provocan la enuresis infantil, destacando que algunos expertos indicaban que podía tener un componente genético, de hecho , si los padres han sufrido este problema, los hijos pueden tener hasta un 77% más de probabilidades de sufrirlo también. De los factores genéticos de la enuresis se ha hablado en el XXXVIII Curso de Pediatría Hospitalaria de Barcelona.
Según los especialistas, si uno de los progenitores la ha padecido en su infancia, el niño puede tener hasta un 40% de posibilidades de sufrirla, si la enuresis ha sido un trastorno sufrido por ambos progenitores, el porcentaje se eleva hasta un 70%, aunque como hemos dicho antes, otros expertos apuntan que el porcentaje alcanza casi el 80%. Como sabemos, se trata de un trastorno físico pero según los expertos, todavía hay especialistas que creen que está relacionado con aspectos psicológicos, un apunte que se considera erróneo y la razón es que la enuresis sigue incluida en el DSM-IV (manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos mentales), se denomina la biblia de las enfermedades psiquiátricas.
Según los especialistas los padres se preocupan por los niños cuando sufren enuresis con 5 o 6 años de edad, en cambio, a los niños les empieza a preocupar seriamente cuando tienen 7 y 8 años de edad, dormir en casa de un amigo o hacer otras actividades como salir de acampada o de colonias son actividades que no desean hacer y es algo comprensible. En la actualidad existen diferentes tratamientos y estrategias para cada niño, pero es fundamental que los padres y la familia comprendan que se trata de un proceso madurativo que no puede controlar el niño, esto permitirá evitar conductas pasivas o agresivas.
Otro aspecto que los especialistas indican que hay que tener en cuenta es la desmitificación de la enuresis ante el niño, es decir, disminuir o restar importancia al problema, de este modo se mejora su imagen y las relaciones con sus padres y familiares. En los tratamientos es fundamental que la familia y el niño estén motivados, las instrucciones simples y sencillas para padres e hijos ayudan, además, un seguimiento cercano del problema y animar a los hijos para que puedan alcanzar el objetivo es muy importante, es un gran apoyo moral.
Según la noticia que hemos podido leer en Europa Press, las pautas de comportamiento mencionadas están contempladas en un capitulo denominado uroterapia, el entrenamiento cognitivo para controlar la vejiga voluntariamente, adoptar hábitos de ingesta de líquidos durante el día, eliminación de la orina, etc. Por otro lado existe el tratamiento farmacológico con desmopresina, cuya estructura química es similar a la hormona vasopresina, hormona que se libera en respuesta a cambios en la osmolaridad sérica o en el volumen sanguíneo, este fármaco hace que los riñones conserven el agua mediante la concentración de la orina y la reducción de su volumen.
Otros métodos son las alarmas nocturnas, especialmente para los niños más mayores, surten efecto y reducen significativamente los escapes de orina incontrolados al despertar al niño para ir al lavabo. Según el XXXVIII Curso de Pediatría Hospitalaria, la enuresis afecta a un 34% de los niños de 3 años de edad, a un 15% de los niños con 5 años de edad, y así paulatinamente, a mayor edad menor es su incidencia. A partir de los 12-14 años de edad, el trastorno suele desaparecer, sin embargo, hasta un 2% de los niños que se convierten en adultos podrán seguir sufriendo enuresis.
Foto | Amanda Truss