Falcioni y el quiebre con Riquelme

Dos días atrás, Riquelme dialogaba con C5N y, además de desmentir cortocircuitos con el entrenador, afirmaba que estaba listo para jugar contra All Boys, ya recuperado de su esguince sufrido tras la abultada caída contra Godoy Cruz. “Que cuenten conmigo, llego seguro”. Hoy Falcioni hizo valer su autoridad y eligió ni siquiera concentrarlo para el encuentro del sábado. Después de mucho tiempo, un entrenador se animó a llevarle la contra y no darle el gusto al `10´ de Boca.

Las razones que esgrimió Falcioni fueron que el equipo con el 4-4-2 versión de verano, su sistema favorito, es la que más lo convence y piensa que es el mejor conjunto que puede presentar en este momento, sin Riquelme entre los titulares:

Me toca respaldar a este equipo. Hoy es lo mejor que Boca puede presentar. Riquelme debe seguir trabajando como hasta ahora. No es una decisión táctica, es una cuestión de funcionamiento. Preferimos que trabaje y que tenga el descanso del fin de semana como tienen todos. No hablé con Riquelme como tampoco hablé con Erviti”

Esta es la versión oficial que presentó Falcioni, y no incluye que Riquelme esté averiado o en baja forma física. El enganche trabajó diferenciado en toda le pretemporada, alejado de los trabajos más exigentes para no resentir su físico. Llegó al debut y las miradas sobre su rendimiento fueron variadas: para algunos jugó un buen partido, para otros fue de lo más destacado y otros consideraron un partido flojo. Olé lo calificó con un 5, Clarín con un 6, La Nación con un 4 y Diario Popular con un 7. Lo concreto es que al otro día padecía un esguince, por lo cual volvió a trabajar de manera diferenciada y se perdió el partido con Racing.

Si algo distingue a Falcioni es que quiere siempre a sus jugadores en el máximo nivel de preparación, sin hacer distinciones. Riquelme no trabajó como el resto de sus compañeros ni estaba a la par físicamente. Falcioni eligió no otorgarle el privilegio de ponerlo igual, a cualquier precio, como algunos de sus antecesores. El DT, sin embargo, públicamente aclaró que se trata de darle continuidad al modelo de equipo que prescinde del enganche, y prefirió dejar pasar de largo la endeblez física de Román.

Sea por lo que sea, la decisión marca un quiebre del que será difícil volver. Si contra All Boys cosecha un mal resultado, es posible que Riquelme vuelva al equipo.

Si me equivoco, buscaré variantes y tratar de no volver a equivocarme. Me toca tomar decisiones. A veces acierto y otras erro. El domingo algunos dirá que tuve razón y otros no. El resultado dirá”

La decisión, según cuenta Falcioni, apunta a mantener el equipo del verano y que venció a Racing. Si la decisión realmente pasa por allí, el técnico tendrá que tener en cuenta que los amistosos son justamente amistosos y contra Racing algo que no hizo el equipo fue convencer con su producción. Riquelme, en condiciones, potencia cualquier ataque, no hay duda, pero no otorgando ventajas como en los últimos años, en los que entregó más chispazos inconsistentes y el padecimiento de lesiones que el juego apabullante del 2007. En la mejor forma física, Riquelme debería ser titular a cómo dé lugar, al menos para quien escribe. Con un Riquelme frágil, Boca lejos estuvo de hacer la diferencia en los últimos años.

Ahora, el entrenador deberá convivir con la elección que realizó. Si los resultados no lo acompañan, deberá prepararse para el estoicismo y sostener una situación que promete ser una de las más pesadas de los últimos años. La Bombonera se le va a caer encima al recién llegado. Riquelme, que el año pasado renovó por cuatro años más, ¿aceptará las nuevas condiciones de juego que plantó Falcioni? Por lo pronto, desde el fútbol brasileño ya empezarán a sondearlo en los próximos días.