“Yo soy una sobreviviente; un ejemplo vivo de lo que la gente puede pasar y sobrevivir”
El Hollywood clásico va desapareciendo con los años, es ley de vida, pero aun así, la noticia de que la última (aunque a lo mejor me olvido de alguien de forma imperdonable) superestrella acaba de dejarnos hoy mismo es algo parecido a un mazazo. Elizabeth Taylor, la Cleopatra más famosa de la historia del cine y la mujer que dio forma en la imaginación colectiva a la famosa última reina de Egipto, ha fallecido a los 79 años.
Esta mujer con arrojo, víctima de una infancia marcada por el temprano éxito, la convirtió en una celebridad reconocible no sólo por sus trabajos, sino también por su azarosa vida sentimental ya que se casó en ocho ocasiones. Zalamera y coqueta, la protagonista de películas míticas como Gigante, La Gata sobre el tejado de Zinc o ¿Quién teme a Virginia Woolf? se ha ido mientras dormía tras varias semanas ingresada en un hospital de Los Ángeles. Recuerdo que hace menos de dos años dijo haber encontrado el lugar perfecto para descansar: junto a su gran amigo Michael Jackson.