Hoy es un día especialmente triste para nuestro director del estudio, Joaquín Torres. El fallecimiento de Pitina, ha caído como un jarro de agua fría.
Ella formó parte de su vida durante 20 años, y cómo nos comenta Joaquín: “siempre me transmitió admiración y un profundo respeto, era una mujer con personalidad propia, siempre fiel a la gente que la quería, sabiendo estar en un 2ºplano …., tengo mil vivencias con ella que podría contar, pero ahora no es el momento. Me quería y la quería.”
María Ángeles Sandoval -”Pitina” para familia y amigos- la mujer de Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, falleció ayer repentinamente a los 62 años a causa de un infarto. El fallecimiento fue confirmado por el director general del club, José Ángel Sánchez a última hora de la tarde. La mujer del presidente del Real Madrid superó hace tiempo una grave enfermedad. De hecho, la candidatura del máximo mandatario blanco en 2009 estuvo en el aire hasta que su esposa se recuperó por completo. Florentino estuvo a su lado en todo momento. Desde hace más de cuatro décadas, Pitina era la piedra angular de su vida y también un gran apoyo para sus tres hijos, Eduardo “Over”, Florentino “Chivo” y María Ángeles “Cuchi”.

“Estoy en todos los partidos. Tengo mi sitio detrás de él y voy a todos los desplazamientos”, confesó recientemente en una entrevista al diario El Mundo. Esta temporada disfrutó como una aficionada más del 32º título de Liga conquistado por el equipo blanco. El domingo, sin ir más lejos, acompañó a su esposo y presidente del Real Madrid a Cádiz para el partido de ascenso del Castilla. “Pitina” y Florentino Pérez se conocieron hace 41 años en una cafetería de Argüelles. La canaria trabajaba como secretaria en el cuerpo médico de El Corte Inglés y él ya era ingeniero de Caminos. Tras seis meses de noviazgo, decidieron dar un paso más y se casaron. Quienes la trataron destacan su discreción y su ímpetu por llevar una vida modesta.

“Pitina” no descuidó en ningún momento su pequeño negocio, una tienda-taller donde enseñaba labores. Allí acudían señoras de todas las edades, desde amas de casa a marquesas. Ella, con la paciencia y amabilidad que siempre la caracterizaron, daba consejos a sus alumnas a la vez que gestionaba de cerca una tienda de ropa. “Desde aquí quiero hacer llegar mi más sentido pésame a la familia y a sus hijos en estos momentos tan difíciles. El velatorio tendrá lugar hoy en la sala 28 del tanatorio de la M-30 y por la tarde su cuerpo será incinerado. Descanse en paz.”
