Falta de autenticidad

Algo de lo que más nos desagrada en otros es la falta de autenticidad…aunque en nosotros lo consideramos como un detalle mínimo que tratamos de ocultar porque nadie tiene porqué enterarse de la verdad, de cómo somos o de la cruda realidad.

La falta de autenticidad en nuestra familia, sociedad, iglesia, círculos políticos e influyentes es un gran problema que preferimos obviar. Es más fácil tratar de impresionar con un buen nombre, buen trabajo, buen título, buena reputación, buena imagen…buenas apariencias. Bueno, bueno, bueno…aunque en el fondo todos sabemos que somos 100% humanos llenos de errores e intenciones egoístas. Se predica de muchas cosas en las iglesias, pero pocas veces se predica la humildad…no digo que no se haga, pero para lo que los humanos necesitamos ser recordados (es decir todos los días y a cada momento) de ser humildes y dejar de ser egoístas…considero que es proporcionalmente muy escaso.

Entonces nuestro objetivo personal (no dependiendo de ningún líder) debería ser encontrar el equilibrio para mostrar esa autenticidad respetando a los demás (es más fácil escribirlo que hacerlo) sin dejar de ser nosotros mismos…sin comprometer nuestra esencia. Por mucho tiempo me enojaba en gran manera con aquellas personas que no percibía sinceras ni auténticas hacia mi persona. No hay nada en el mundo que me enoje más que sentir que algo o alguien no es lo que parece. ¿Porqué me enojaba tanto?

Con el tiempo descubrí que era algo que odiaba en mí misma, ser con otros quien yo no era en realidad. Soy una persona tímida y a veces los grupos me generan cierto estrés y/o desgaste social; que solamente quien es tímido y sumamente reservado lo comprende. Abro mi corazón y mi forma de ser con quienes conozco de manera más profunda o con quienes percibo un auténtico interés hacia mí y no lo que yo pueda hacer por ellos. ¿Solución?…no propongo ninguna fórmula mágica, porque no existen fórmulas mágicas en lo que refiere al comportamiento humano, porque cada uno somos un mundo y cada persona reacciona de forma distinta. Solamente pienso que si dejáramos de fingir que todo lo que hacemos lo ¨hacemos por otros¨ por un llamado noble, porque somos tan buenas personas…entonces tal vez allí empezaríamos a ser honestos y realizar pequeñas acciones de forma más privada y no para que piensen bien de nosotros, entonces comenzaríamos a ser auténticos.