Revista Coaching

La belleza del caos

Por Cynthiazuniga4

Me parece que demasiada perfección es sospechosa. Desde pequeños nos quieren enseñar a que seamos buenas personas, buenos estudiantes, que no peleemos, que nos quedemos callados y seamos ¨perfectos¨. Pero repito la aparente perfección en las personas es muy sospechosa, perfección en los matrimonios, en los padres, en los altos puestos, en las iglesias y en todas partes. Me recuerda al personaje de Bree de la serie Desperate Housewives que deseaba aparentar tener la vida perfecta y resuelta, pero finalmente es todo lo contrario. Esto me reconforta: No hay mamás perfectas, solo las Bree que quieren aparentar serlo. No tengo el tiempo de hacer ¨cupcakes¨ personalizados para los 20 compañeros de clase de mi hijo.

Hay belleza en el caos y es mucho más interesante la imperfección porque es real. Y si no reaccionamos a tiempo se nos puede ir la vida tratando de aparentar lo que no somos y lo que nadie puede llegar a ser.

¨Pero lo cierto es que el problema de los dogmáticos religiosos es exactamente el mismo que el del ateo de la historia: arrogancia, confianza ciega y una cerrazón mental que es como un encarcelamiento tan completo que el prisionero ni siquiera sabe que está encerrado¨ – David Foster Wallace.

Antes no lo notaba, pero ahora si me parece muy sospechoso que alguien me quiera hacer creer y practicar exactamente lo mismo aún cuando no se aplique en nada a mi vida. Voto por buscar personalmente nuestros criterios, prácticas de vida y creencias profundas.

¨A veces es necesario cuestionarse todo para empezar a creer¨ – Vanessa Núñez Handal.

RESPETAR A OTROS – RESPETAR A OTROS – RESPETAR A OTROS…¿Porqué se nos hace tan difícil?

David Foster Wallace lo explica: ¨Casi nunca pensamos en este egocentrismo tan básico y natural, debido al hecho de que es socialmente repulsivo, y sin embargo en gran medida todos lo padecemos, en el fondo¨.

En varias ocasiones he sido amenazada a forma de manipulación emocional por querer salir de algún grupo laboral, social y/o eclesiástico (que a veces vienen siendo la misma cosa) porque no deseo ser igual y quiero buscar otro camino. No me arrepiento de haber seguido mi voz interior en diversas ocasiones para moverme a otro lugar. Lo que muchos verían como el caos de decidir tomar otro rumbo, buscar otro trabajo, iglesia, amigos…es decir arriesgarse lo suficiente como para quedarse solo un buen tiempo, yo ahora lo puedo apreciar como ese tiempo en el que algo interno, permanente y muy personal empieza a florecer.


La belleza del caos

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