La familia estaba compuesta por un adulto y dos juveniles, tal vez los únicos sobrevivientes de la nidada, suelen tener normalmente entre 5 o 6 pichones.
Estos ejemplares descansaban en una pequeña lagunita dentro de un campo en el partido de Monte, solo me pude acercar al pasar por un camino interno aunque cuando me detuve se fueron alejando lentamente. Se puede apreciar el remanente de plumas amarillentas y gris oscuro que los jóvenes todavía presentan, a diferencia del plumaje adulto que es totalmente blanco.




