Revista Cultura y Ocio

Fanzines: Postdata y Abetterutuf

Publicado el 03 diciembre 2013 por Lord_pengallan

El pasado finde fue el GRAF. Un salón del cómic independiente o minoritario ya sea porque no puede acceder a los canales normales de distribución o porque su contenido está lejos de lo que está dispuesto a consumir el gran público (ya el general ya el que compra Cómic con regularidad).
Estuve en 2 mesas redondas. Una sobre el autor y el género y otra sobre la salud económica del Cómic en España. Ambas interesantes y aleccionadoras y bien llevadas por los moderadores. La primera fue más caótica porque el tema es muy difícil y amplio. Yo me quedé con que la dicotomía autor/género es algo que nos interesa más a nosotros, los españoles, que no tenemos ni industria ni mainstream, que a los países de nuestro entorno. En EE.UU. ganó la empresa y en Francia el autor, aquí seguimos peleando. Es curioso como en el estado "adalid" de la Libertad el autor es un mero obrero y en el país centralista por excelencia es el individuo, el rey Sol?, quien manda. En el fondo es cultural, en EE.UU. el héroe es el empresario y lo que manda es el dinero y en Francia, porque la gente es más culta de media, se valora el arte y al autor (por ejemplo ellos fueron los que empezaron llamar autores a directores jolibudienses, Hitchcock o Ford por ejemplo, que hacían género porque allí la industria-empresa manda). De todos modos no nos olvidemos de que fue en Francia donde se inventó los derechos del Hombre, del individuo. 
La segunda charla estuvo bien porque los organizadores trajeron a representantes de casi todos los estamentos implicados en las ventas de los cómics. Mi conclusión es la misma. La cultura. En España estamos, yo diría, mejor que nunca. En el pasado, con Franco, se vendía mil veces más que ahora pero no había tele y el Cómic era infantil, hoy se vende poco (como los libros, aquí nadie lee, ni con Franco ni con la democracia) pero todo el mundo tiene su cómic. Es decir, el Cómic ahora vende poco porque la época de Franco instauró la idea de que el tebeo es pa niños por lo que los adultos lo dejan cuando se creen mayores (yo he conocido a varias personas que por el mero hecho de cumplir 18 dejaron de coleccionar comics). Esa percepción es el tope que ha impedido crecer al cómic español pero que se está empujando hacia arriba, afortunadamente pues ahora no se puede vivir de lo siempre, de los niños y de producir para el extranjero. Es lo mismo que en EE.UU., allí se reduce el Cómic a superhéroes y se tiene a estos como cosa de niños (aunque desde hace 20 años ya no lo son). En fin, el tridente falta de cultura, niños y empresa (cuando en España se vendían millones de comics la cosa estaba controlada por las empresas) se revela como terrible (en Francia la revolución victoriosa del autor en los 70 ha hecho que en ese estado el cómic adulto sea mayoritario si bien, lógicamente, nunca es superventas). Por qué estamos mejor que nunca? Porque la generación forum-Zinco, la que nos hicimos aficionados al cómic por los superhéroes, hemos crecido y por ello nuestros gustos y por la inconsciente revalorización de lo artesano y el objeto. La gente compra cómic porque es bonito, de ahí el viaje sin retorno a la tapa dura, porque es ligero (en lo que te lees Juego de Tronos te has leído mil comics ganando con ello por el mismo principio que el policultivo es mejor que el monocultivo), luego da menos miedo que el libro (hoy se vende más el libro ilustrado que el seco en las grandes superficies), y porque lo digital no lo afecta. No es lo mismo leer un cómic en papel, sobre todo los grandes, que en una modestita pantalla sin colores o en un incómodo formato horizontal (se nota que está pensado para pelis-videojuegos y no para leer).
En fin, que yo no venía a esto. Perdonen el desvarío. El caso es que me di una vuelta por el salón a ver que se hace en la zona marginal aunque yo no comulgo mucho con lo independiente porque suele tener un grafismo feísta (la mayoría de las veces por incompetencia del autor, en general, se es muy verde) y la historia ser una tontá o un tostón melodramático insufrible. Así que me sorprendí al ver allí algo muy diferente por lo que, debido al precio, no pude resistirme. Ese algo distinto en un panorama gráfico heredero de la EC y con una temática lastimera o sobre el cutrerío español (en eso el cómic independiente español es mainstream, la única diferencia entre la telebasura y lo que sale en un fanzine es la mirada) era la pequeña y frágil mesa de Javi de Castro, un chaval leonés con mucho talento.
Postdata: es un fanzine de 26 páginas, 13 folios doblados por la mitad, hecho en 24 horas precioso (disculpen, creo que se me ha caído un huevo) y elegante. Con muy pocos recursos, un dibujo sencillo pero atractivo y expresivo y autolimitaciones narrativas, todo ocurre en el mismo escenario, un portal, y en 24 páginas de 4 viñetas todas ellas mudas J. de Castro nos presenta una historia de varios personajes donde el amor fracasa, los perros mueren y la vida no se va de viaje cuya abstracción convierte al lector en coautor. El dibujo blanquinegro sugerente, la desnuda claridad de la composición y la sofisticación narrativa son irresistibles y de nivel profesional. En las librerías uno puede encontrar comics así pero mucho peor ejecutados, menos personales y 10 veces o más más caros. Así que es inevitable preguntarse, por qué ellos sí?
Abetterutuf: es un fanzine de 20 páginas, 10 folios doblados por la mitad pero dispuestos en vertical, de nuevo precioso y elegante y baratísimo. Con un par de viñetas verticales en casi todas las páginas, en B&N y también sin palabras J. de Castro nos presenta una fábula sarcástica de Ciencia Ficción. De nuevo su eficaz estilo minimalista heredero de la línea clara, la sofisticación narrativa y su composición clara y precisa hacen potente e irresistible una historia interpretativa que parece decirnos que las cosas no cambiarán si nosotros no cambiamos antes. En fin, esta obra, meses posterior a la anterior, confirma a J. de Castro como un autor ya hecho pues tiene su propia voz y domina más que suficientemente el arte de contar historias eligiendo imágenes representativas de su transcurrir. 
Lo mejor desto es que la obra de J. de Castro no se queda aquí, en su blog tiene más cosas y a lo mejor tienen la fortuna de vivir en una de las pocas ciudades donde su material se puede pillar (desgraciadamente Madrid no es una de ellas, desde que gobierna el PP nos pasamos de elitistas). Yo me he arrepentido de no hacerme con otras obras suyas. De todos modos espero y deseo que pueda dar el salto profesional el año que viene. Tiene todo para triunfar: un grafismo atractivo para todos los públicos, una ternura que agradará a las mujeres y una vena sarcástica que agria eso lo suficientemente como para ser grato a los hombres. A mi me parece un caballo ganador y perdón por tratarle de animal.

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