Farmacias en huelga y desabastecidas

Hace unos días se produjo en Castilla La Mancha una huelga de farmacias porque el gobierno manchego no paga lo que debe a los farmacéuticos. Están anunciadas nuevas huelgas. Las farmacias y la Administración se relacionan para el cobro de lo que gastan los asegurados a través de conciertos. Por lo general estos contemplan que la factura de un mes (del día 1 al 30) se cobre a los 45 días de terminado ese mes. Por ejemplo, la factura de agosto se cobra el día 10 de octubre por lo que hay inversiones en compra de medicamentos realizadas por los farmacéuticos que se cobran a los dos meses y medio de realizadas.

La administración de la tierra de Don Quijote no paga desde el mes de marzo por lo que se han visto obligados a pedir préstamos con el aval de su patrimonio porque lo que les debe el gobierno ¡no les vale de aval a los bancos! Es decir, los bancos no se fían de la Administración. Es sencillo, las farmacias manchegas no pueden financiar más el supuesto Estado del bienestar – en este caso en su versión medicamentosa- que de algún modo es lo que han estado haciendo desde marzo, comprar medicamentos fiándoselos a la Seguridad Social.

Ocurre lo mismo en Valencia, Baleares, Murcia, Madrid, Cantabria, Navarra o Extremadura. Un farmacéutico de mi confianza me ha pasado el contrato que firmaron los farmacéuticos de Murcia con el aval de su patrimonio porque a los bancos no les vale lo que tienen que cobrar de la administración. Lamentable.

A partir de las próximas elecciones ocurrirá en todo el país pues ahora a los farmacéuticos les están financiando las cajas de ahorro, en manos de políticos. Hasta ahora los préstamos para pagar el despilfarro -y no me refiero sólo al farmacéutico- lo pagaban las Cajas de cada comunidad autónoma cuyos Consejos de Administración están formados por políticos de todos los partidos con representación autonómica, sindicatos mayoritarios y chupópteros varios, además de alguna persona honrada.

Mientras, las farmacias están al borde del desabastecimiento; si los farmacéuticos no cobran, no pueden comprar y por lo tanto no hay medicamentos para los asegurados.