En un entorno lleno de belleza y naturaleza alrededor de una cabaña en medio del bosque una chica sufre los abusos, en muchos aspectos, de una extraña familia. Al menos esto es lo que se puede interpretar de esta película experimental, ya que los diálogos son casi inexistentes y todo lo debemos averiguar extrapolando las imágenes, algunas realmente desasosegantes. Lo más curioso y atractivo de este largometraje argentino es que está rodado con medios, y al estilo, del cine mudo de antaño, lo que le otorga al conjunto un aire trascendental, y ante todo muy inquietante, sólo digno para paladares cinéfilos muy exquisitos.