La Federación Democrática Internacional de Mujeres - FDIM -, repudia la criminal agresión imperialista a Libia, perpetrada por los EUA y sus súbditos, Inglaterra, Francia, Italia y Otan. Repudiamos también la resolución de guerra contra Libia, aprobada por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, el día 17 de marzo.
La FDIM presentó su vehemente protesta a la invasión a Libia para la Presidenta del Consejo de Seguridad de la ONU, la Embajadora María Luiza Viotti, en reciente audiencia en febrero, en NY en los EUA.
El Consejo de Seguridad de la ONU, que los últimos tiempos ha sido tutelado por los EUA y sus aliados, tutean de forma colonizadora y tiene la pretensión de que el gobierno y el pueblo de Libia se sometan y se acobarden delante de las agresiones de fuerzas mercenarias, organizadas y financiadas por países del occidente.
En el mismo momento en que nos manifestamos por los 8 años de invasión del Irak, el día 19 de marzo, ocasión en que utilizaron la disculpa de “armas de destrucción masiva” en el Irak para invadir y robar su petróleo, los EUA, producen calumnias y mentiras del mismo tenor y preparaban la invasión a Libia.
Los carteles bélico-petroleros se publican a través de los medios que financian en todas las partes sus mentiras para justificar el ataque asesino que perpetran contra el pueblo libio.
Incontables manifestaciones son oídas alrededor del planeta sobre las diferencias de tratamiento que imponen a Libia: tropas de Arabia Saudí cruzan la frontera invaden Bahrein y atacan la población civil sin que el Consejo de Seguridad, la ONU, se manifieste, haciendo de cuenta que nada ve. Las tropas atravesaron la frontera dos días tras la visita del jefe del Pentágono a ambos países. La Confederación Sindical que congrega las principales entidades de trabajadores del Bahrein y 7 partidos de la oposición en el país denunciaron la “ocupación abierta del Bahrein, declaración de guerra y conspiración contra el pueblo desarmado”. El portavoz de la Casa Blanca se apresuró a declarar de que “eso no es la invasión de un país”.
Ya en relación a Libia, país que varios países de la Europa y los EUA tiene interés estratégico, por cuenta de su producción de petróleo, declaran guerra e inician ataques asesinos.
Libia tiene el más alto Índice de Desarrollo Humano de la África, la salud y la educación son gratuitas; vivienda, alimentos y combustibles están disponibles para todos, aún con las barreras colocas por el bloqueo imperialista contra el país; la tasa de alfabetización es superior a 90%, contra los 9% que existían antes de Kadafi.
Las mujeres en Libia, que antes vivían discriminadas y en el obscurantismo, pasaron a estudiar y a ocupar puestos de trabajo que les eran negados.
Por cuenta de esa realidad vivida por las mujeres libias, al largo de las últimas semanas las fotos divulgadas sobre las manifestaciones de masa en apoyo a Kadafi y Libia, muestran una participación expresiva de las mujeres libias en las calles, en defensa de sus conquistas y de la soberanía de su país.
En Libia no hube ninguna protesta o movimiento popular como los que ocurrieron en el Túnez en el Egipto, en Arabia Saudí o en el Bahrain. La “insurgencia armada” en Benghazi sólo existió con apoyo de las potencias extranjeras, particularmente de los EUA, Inglaterra y OTAN a grupos de opositores mercenarios; los medios belicistas no divulgan que el llamado “Frente Nacional de Salvación de Libia” (NFSL) que dirige un ejército de mercenarios posicionado en la frontera con el Egipto contra el líder Muamar Kadafi, es financiada por la CIA desde 1981, y su oficina está localizada en Washington.
El objetivo de la resolución del Consejo de Seguridad fue la invasión militar para impedir la victoria del gobierno y del pueblo libio. Y así privatizar la Compañía Nacional de Petróleo de Libia, pasando su control para las grandes corporaciones petrolíferas.
Todos saben que nunca fueron los derechos humanos, ni la democracia lo que movieron los Estados Unidos y la OTAN. Cuando Israel bombardea 1.400 palestinos en los territorios ocupados de Gaza, entre ellos niños, mujeres y ancianos, o cuando Arabia Saudí invade el Bahrain para abatir las gigantescas manifestaciones populares que exigían más derechos y democracia, los EUA/Otan apoyan y justifican. Las más de un millón de personas muertas en el Irak bien demuestran el valor humanitario de las acciones de los EUA. El despejo de uranio despejado en Faluja, uno de las cunas de la resistencia, fue un verdadero crimen contra la Humanidad, donde la contaminación supera a de Hiroshima, y los niños – aquellas que consiguen venir al mundo sin dos cabezas u otras aberraciones - continúan naciendo deformadas. Un verdadero circo de horrores, víctimas de un genocidio que los conglomerados de medios serviles al imperio, a la industria armamentista y a las empresas petrolíferas, si esmeran en cubrir. El bombardeo “quirúrgico” a uno de los inmensos abrigos de Bagdad, donde murieron más de tres centenares de mujeres, ancianos y niños, ilustra hasta dónde puede llegar la prepotencia de los EUA.
El motivo de la guerra contra Libia es una vez más el petróleo y no podemos tener ninguna duda sobre lo que está ocurriendo: el avance de la nacionalización del petróleo y de las riquezas minerales, promovidas por la revolución en Libia, causó inmensos perjuicios a la hegemonía de las 7 hermanas y de las petroleras anglo-americanas y su pretensión de controlar las fuentes de energía y materia-prima del planeta. Con la reciente crisis, los monopolios consiguieron elevar el precio del petróleo a 107 dólares, el mayor desde 2008, y quieren más, hablando en 200 dólares aún en 2011 o 2012.
Libia es la mayor reserva comprobada de petróleo de África (44.000 millones de barriles) y es uno de los 10 países más ricos en petróleo del mundo, produciendo 1,8 millones de barriles/día de óleo de alta calidad. Tiene aún grandes depósitos de gas natural, con estructura para canalizarlo para los mercados europeos.
La FDIM convoca todas sus organizaciones nacionales de mujeres afiliadas, asociadas y amigas para repudiar de forma vehemente esa guerra por petróleo.
Vamos todas rechazar la resolución del Consejo de Seguridad y exigir la salida de todas las fuerzas imperialistas extranjeras de Libia.
¡En defensa de la soberanía, de la paz y de la libre determinación de los pueblos!
Márcia Campos
Presidenta de la FDIM
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