En estas fechas, las Navidades, no puedo olvidar felicitar a los lectores de este blog: a los suscriptores, a los segujidores, a lectores ocasionales y curiosos, y a los amantes -como yo- de la indumentaria tradicional en general y de la indumentaria tradicional segoviana en particular.
Tras un intenso año de trabajo, con nuevos panes cociéndose ya en el horno de la imprenta, mi tarjeta navideña del 2014 no puede ser otra que la de un fardel, la denominación que en la Tierra de Pedraza y varios pueblos de la Tierra de Sepúlveda recibe la faltriquera, una prenda femenina, oculta y práctica, cuya función primordial fue la de guardar pan, tocino y otras porciones de alimento, y que hoy se usa para guardar pequeños objetos como horquillas, pañuelos, monedas…
De acuerdo a la definición del Diccionario de la Real Academia de la Lengua, el significado de fardel es el de un “saco o talega que llevan regularmente los pobres, pastores y caminantes, para las cosas comestibles u otras de su uso”, y entronca directamente con las reminiscencias a la cultura pastoril que permancen en la indumentaria tradicional segoviana. En este caso, os presento un exquisito fardel conservado en la localidad de San Pedro de Gaíllos: tejido con agujas, a base de hileras de roleos enlazados, motivos vegetales geometrizados y palomas enfrentadas -como símbolo de protección-, con el nombre de su dueña (Andrea Moreno) y decorado en sus extremos con borlones de lana multicolor.
FELICES FIESTAS 2015. Esther Maganto