Revista Cultura y Ocio

Fémina - Ángela Barco

Publicado el 15 junio 2016 por Elpajaroverde
Las ciudades guardan un registro de sus habitantes, las casas susurran a gritos las vidas de sus inquilinos. Ambas adoptan la personalidad de quienes transitan por ellas, se amoldan gustosa y presurosamente con un mimetismo admirable y un significado devastador. ¿Seguirán ostentado la huella que les hemos imprimido cuando nos vayamos? ¿Nos delatarán los edificios e infraestructuras, nos contarán el mobiliario y los decorados? O tal vez guarden silencio, mudos no por obstinados sino por incapacidad de encontrar algo que relatar. Qué de nosotros sobrevivirá al olvido, qué se transmitirá por vía intergeneracional. Qué de nuestra vida se escapará a la muerte. Muerte, muerte, no hay más muerte que la muerte en vida de una vida no vivida.
"Todo aquello que veía la hizo el efecto de una gran celda almohadillada con riquísimos terciopelos, en la que se ahogarían sus gritos de pasión y de juventud, sus ansias de bohemia, su hambre de sol y de multitudes..."

Fémina - Ángela Barco

Portada de Fémina

La ciudad de la que hablo es Salamanca, la casa a la que me refiero es la de Gabriela. No la casa en la que se crió (aunque bien pensado también podría haber sido esa una casa de muerte) sino aquella a la que se traslada tras sus nupcias con un reputado banquero de la ciudad universitaria por excelencia. Estamos a principios del siglo XX, Salamanca comienza a abrirse tímidamente a la modernidad, mas al marido de Gabriela le espanto todo aquello que huela a cambio e innovación, no solo en su ciudad sino también en su casa. Y en su joven y hermosa mujer.
Ángela Barco fue una escritora nacida en Salamanca hacia finales del siglo XIX. En su juventud comenzó a destacar en el mundo literario de la época no solo con sus cuentos sino también con artículos, alguno de ellos polémicos por reivindicar un mayor protagonismo de la mujer en una sociedad en la que todavía la mayoría de las féminas poca relevancia tenían más allá de los muros de su hogar. "Fémina" precisamente es el título de la novela breve que hoy os traigo, publicada por primera vez en la revista El cuento semanal en 1910 y rescatada 106 años después por la también escritora salmantina Laura Rivas Arranz en su blog dedicado a la ciudad de Salamanca Historias del cuarto de atrás.
No solo saca del olvido Laura Rivas esta novela y otras publicaciones de la autora, sino también a la mismísima Ángela Barco. La autora de "Fémina" es una desconocida, un misterio. Poco cuenta de ella su ciudad, nada delatan las paredes que la albergaron. Rivas Arranz no solo resucita parte de su obra sino que además realiza un trabajo de documentación encomiable que contextualiza los escritos de esta escritora y su figura social y literariamente.
La historia de Gabriela, protagonista de "Fémina", podría haber sido la de la propia Ángela Barco o la de muchas otras mujeres de la época. Educada desde corta edad para convertirse en esposa, con una vida plácida, carente de expectativas, la joven Gabriela tan solo puede alimentar sus sueños y fantasías con las novelas que caen en sus manos provenientes de las de su padre. Su matrimonio con un hombre acaudalado, lejos de colmar las ansias de aventura que han comenzado a germinar en ella, la sumirán en un tedio y monotonía que serán su sepultura en vida. Las paredes se le caen encima, la fastuosa decoración la engulle, el silencio reinante ahoga sus gritos y risas de muchacha que debería estar comenzando a vivir y en cambio se consume día a día. Pero Gabriela tiene un plan para combatir su aburrimiento y lo llevará hasta sus últimas consecuencias. No hay más muerte que la muerte en vida de una vida no vivida.

Fémina - Ángela Barco

Salamanca - Casa de las Muertes. Fotografía de Constantin Uhde

La prosa de Barco es elegante y envolvente. Nos sumerge en la historia con sus ricas pinceladas descriptivas hilvanadas a las reflexiones de sus personajes. Ambas se entretejen para contarnos su historia que es una sola. Así levanta una trama cuyo final aunque se va viendo venir no por ello es menos revelador. La última frase de Gabriela es demoledora y actúa a modo de detonador socavando los cimientos de esa casa muerta.
Demoledoras también en cierto sentido son algunas de las frases proferidas por su marido. Frases como: "Todo, desde que mi mujercita guardó sus nervios entre las cosas que para nada sirven, que bien estorban, todo marcha a pedir boca." o: "Así, así es como quiero yo verte, alegre, dulce, reposada, las tres únicas cualidades que pueden hacer adorable a una mujer..." son representativas de lo que se esperaba de una mujer de la condición de Gabriela en los años en los que vivió su autora. No podía despedir esta reseña sin dejar constancia de ellas.
Pocas páginas necesitó Ángela Barco para contar la historia de la sociedad salmantina (y por extensión la española) en la que creció y vivió hasta su juventud. Pocos años le hicieron falta a esa misma sociedad y a sus generaciones posteriores para silenciar su voz y sepultar su palabra. Laura Rivas ha exhumado un pequeño tesoro que un siglo después mantiene su valor inalterado. Viene con un mensaje escrito con tinta indeleble que nadie que lea podrá despreciar: vida y justicia para Ángela Barco, futuro y esperanza para su fémina Gabriela. Quiénes somos nosotros para negárselo.
"Jamás podría ella contar, estaba segura, más que esos dos tiempos: pasado y presente; porque éste, ¡no!, no había de cambiar en nada, para exasperarla con su monotonía invariable."

Fémina - Ángela Barco

Jules-Joseph-Lefebvre-xx-Liseuse-xx-Public-collection_m. Fotografía de leo.jeje


Ficha del libro:
Título: Fémina
Autor: Ángela Barco
Edición: Laura Rivas Arranz
Año de publicación: 2016 (1910)
Descarga gratuita aquí

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