A la pregunta “¿considera las redes sociales una herramienta útil para el feminismo?” respondieron 57 personas, de ellas nueve hombres y 48 mujeres. Solo 16 por ciento de las intervenciones provino de Cuba y el resto de otros países, lo cual puede estar muy vinculado a las precarias posibilidades de conexión de la población cubana.
El 91 por ciento de quienes participaron respondieron de manera afirmativa, de ellos nueve hombres y solo uno de Cuba. Quienes accedieron desde la isla alegaron que sí en todos los casos, lo mismo que 90 por ciento de los usuarios y usuarias de otras latitudes.
La posibilidad negativa se eligió en las cinco ocasiones reportadas desde la identidad femenina y todas de otro país. Además, tomaron parte del sondeo desde fuera de Cuba otras 35 mujeres y ocho hombres.
La idea de utilizar como parte de las luchas feministas las herramientas de Internet, especialmente las asociadas a la web 2.0, ha sido asumida por diversos grupos que defienden esta ideología, así como por sujetos específicos y medios de prensa alternativos que de esta manera logran visibilizar contenidos relativos a las mujeres y la denuncia de la discriminación femenina.
Según consignó la doctora Isabel Moya1, especialista cubana en género y comunicación, en una reciente entrevista para SEMlac, en las condiciones contemporáneas los medios de comunicación se convierten en reproductores por excelencia del patriarcado, de ahí que se precise una comunicación intencionada desde una perspectiva de género.
“Debemos crear una contracultura feminista en los medios, que no quiere decir poner a las mujeres sobre los hombres o negar la pluralidad, sino todo lo contrario: proponer la pluralidad y la diversidad centrándonos en los seres humanos, con miradas menos prejuiciadas y estereotipadas”, refirió por entonces la investigadora.
Desde blogs, portales digitales, agencias de prensa con perspectiva de género, bibliotecas virtuales y las redes sociales ha sido posible difundir contenidos emancipadores sobre temas de género que, por lo general, no alcanzan espacio en los medios y editoriales tradicionales. A la vez, se fortalecen las alianzas entre colectivos feministas de todo el mundo.
Sitios como el de la Red Internacional de Periodistas con Visión de Género, A Primera Plana, Píkara Magazine, Artemisa Noticias, Isis Internacional, La Independent, entre otros, se apropiaron de las posibilidades de la web para mostrar una nueva mirada a la información, tomando como centro la deconstrucción de estereotipos y sistemas de pensamiento machistas.
En una conferencia impartida en La Habana por la periodista vasca June Fernández, en enero de 2012, aseguró que las mujeres podemos influir desde Internet y este puede ser un método efectivo para la movilización. Ejemplo de ello han sido las manifestaciones feministas organizadas por este medio en España, como parte del movimiento de Indignados.
Desde la blogosfera, los foros digitales y blogs de algunas instituciones como el Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex), Cuba ha ido mostrando un camino para debatir y reivindicar las ideas feministas y el respeto a la diversidad sexual.
En su bitácora Paquito el de Cuba, el periodista Francisco Rodríguez Cruz se presenta como comunista, gay, padre de un hijo, persona que vive con VIH y con una pareja cero discordante. Por su parte, Sandra Álvarez, en Negra Cubana tenía que ser, se mantiene alerta frente a discriminaciones por raza, género u orientación sexual desde una perspectiva feminista.
La Red Iberoamericana y Africana de Masculinidades, que desde la isla coordina el profesor Julio César González Pagés, realiza una activa difusión desde diversos sitios web acerca de los quehaceres académicos y el activismo de este grupo de hombres.
No obstante, no puede pensarse que la web ha cambiado la balanza. Sigue siendo el discurso machista, patriarcal y sexista el que predomina en los contenidos mejor posicionados de la red, señaló Fernández en el citado encuentro.
La directora de la revista digital Pikara Magazine reconoció el libre acceso a la información y la posibilidad de interactuar con personas que tienen los mismos intereses y preocupaciones como potencialidades de Internet, lo cual permite montar redes y agencias de noticias que posibilitan generar contenidos autónomos.
Nota:
1 Isabel Moya es la directora de la Editorial de la Mujer.