Fuente: ABC / EFE
Ana Mendoza Madrid, 10 nov (EFE).- Tras el éxito de "El manuscrito de piedra", el zamorano Luis García Jambrina vuelve a darle vida a Fernando de Rojas, el misterioso autor de "La Celestina", en su nueva novela "El manuscrito de nieve", fruto de la fascinación del autor por esa "época de transición y de crisis" que fue el final del siglo XV.
"Para bien y para mal, somos hijos de aquella época. Durante el reinado de los Reyes Católicos se fraguaron muchas cosas y seguimos siendo herederos y reos de aquellas décadas", afirmó hoy Luis García Jambrina en una entrevista con Efe, en la que habló con entusiasmo de esta segunda entrega de las andanzas de Fernando de Rojas, convertido ya en un experimentado "pesquisidor".
Publicada por Alfaguara, la nueva novela combina con maestría la intriga propia del género negro y los elementos de la novela histórica para reivindicar valores como "la libertad, la tolerancia y la educación".
Si en "El manuscrito de piedra", Premio de Novela Histórica Ciudad de Zaragoza y finalista del Premio de la Crítica de Castilla y León, Fernando de Rojas tenía que investigar la muerte de fray Tomás de Santo Domingo y del príncipe don Juan, en la nueva entrega de la saga tendrá que averiguar qué hay detrás de los asesinatos de varios estudiantes y de algún clérigo.
Los crímenes siguen una misma pauta, pero no le será fácil a Fernando de Rojas descubrir al asesino en una ciudad, como Salamanca, donde nada es lo que parece. En sus investigaciones le ayudarán su amigo Fray Antonio, que sueña con ir a América en una de las expediciones de Colón, y el joven Lázaro de Tormes, que se convierte en protegido del autor de "La Celestina".
Y es que, como dice García Jambrina, crítico de poesía y profesor de Literatura española en la Universidad de Salamanca, la novela "está llena de guiños", y seguir la evolución del famoso pícaro es uno de los mejores.
"Lo que se escribe en el 'Lazarillo de Tormes' es lo que seguramente fue, y lo que yo planteo en mi novela es lo que pudo haber sido; un intento de redención del famoso pícaro", señaló García Jambrina en cuya novela hay una clara defensa de las Humanidades, que "nos hacen libres e iguales".
El escritor (Zamora, 1960) es amante de los enigmas literarios y, cuando se puso a investigar varios de ellos para un libro de relatos, se dio cuenta de que la oscura vida de Fernando de Rojas daba para mucho más que una novela.
De ahí que tras "El manuscrito de piedra" y "El manuscrito de nieve", García Jambrina tenga ya "in mente" otras dos novelas, cuyos títulos seguirán reflejando de algún modo los cuatros elementos (faltan el fuego y el aire).
El que se sepa tan poco de la vida de Fernando de Rojas y que haya dudas incluso sobre la autoría de "La Celestina", le permite al autor de "El manuscrito de nieve" cubrir con su imaginación todas esas lagunas "no para contar su vida, sino para darle vida, que no es lo mismo", subrayó Gacía Jambrina, cuya primera novela es lectura obligatoria en muchos institutos españoles.
La pasión que el autor de los "manuscritos" siente por Salamanca impregna las 280 páginas de la nueva novela. La hermosa ciudad castellana se convierte casi en otro personaje del libro y al lector le será fácil moverse por sus iglesias, por sus tabernas y por la Universidad, cuyo maestrescuela le encarga a De Rojas la investigación de los asesinatos.
Las pesquisas del autor de "La Celestina", que cultivaba "con igual empeño las artes y las letras", se mezclan con "un proceso de conocimiento del mundo y de sí mismo, que le permite ver lo que hay detrás de las apariencias y los conflictos que siguen latentes en la ciudad", como los antiguos enfrentamientos entre los bandos de San Benito y Santo Tomé.
Partidario de "entretener, emocionar y enseñar" con sus novelas, García Jambrina asegura que las andanzas de Fernando de Rojas no las escribe con propósito didáctico, aunque sí quiere "descubrir cómo era la Salamanca de entonces, la Universidad y la política de los Reyes Católicos. Pero todo subordinado a la trama y a la intriga".