Revista 100% Verde

Fertilizantes caseros y ecológicos.

Por Tucasaverde
Hoy en día existen en el mercado gran cantidad de fertilizantes, pero la mayoría de ellos son químicos y perjudican nuestro medio ambiente y nuestra salud. La tendencia está cambiando y cada vez somos más el número de personas que apostamos por lo natural y lo sostenible. El uso de abonos ecológicos se va extendiendo poco a poco, aunque resulta todavía un poco costoso. Pues bien, hemos seleccionado algunas formas de abonar nuestras macetas y huertos, totalmente ecológicas y accesibles a todos los bolsillos, ya que todo lo que hace falta lo generamos en casa.
Cocimiento de cáscaras de plátano

 Es muy abono muy útil para mejorar la floración y fructificación de las plantas, ayuda a conseguir un césped verde y sano y protege a las plantas de la sequía, gracias al potasio que tiene.
Fertilizantes caseros y ecológicos.
La preparación es muy sencilla, sólo hace falta cocer todos los ingredientes unos 10 minutos, después apartáis las cáscaras, dejáis enfriar y guardáis en el recipiente que hayáis elegido.
3 Cáscaras de plátano
1 litro de agua
1 cucharada de azúcar
El producto resultante  se usa como agua de riego diluido. La razón de la mezcla será 2 partes de agua por 1 de cocimiento y lo utilizaremos una vez por semana.
Posos del café

Tradicionalmente los posos del café se han utilizado para abonar las plantas por nuestras abuelas y abuelos. La verdad es que no les faltaba razón, los posos del café aportan nitrógeno, fósforo, potasio, calcio, magnesio y azufre al suelo. Resulta especialmente beneficioso para plantas como azaleas, camelias o rosales ya que acidifica la tierra.
Fertilizantes caseros y ecológicos.A parte de los nutrientes que posee, sirve también para alimentar a las lombrices presentes en la tierra (benefician enormemente la estructura y propiedades del suelo como ya os explicamos en otro artículo) y repelen a hormigas y caracoles, éstos últimos grandes enemigos de nuestro huerto ecológico.
Para utilizarlo basta con echarlo por encima de la tierra alrededor de las plantas sin excederse demasiado, y después mezclarlo con la tierra con la ayuda de un rastrillo o simplemente con la mano.
Compost

Es una estupenda forma de reciclar los deshechos orgánicos que generamos que constituyen alrededor del 40% de nuestra bolsa de basura, aunque tiene una desventaja, tendremos que disponer de un sitio ventilado y exterior para poder hacer un buen compostaje.
Fertilizantes caseros y ecológicos. Podemos hacerlo en forma de montón en un rincón de nuestro huerto o jardín, comprar una compostera en nuestro centro de jardinería o fabricarla nosotros mismos con unos palets o madera reciclada en forma de caja sin tapa con bastantes ranuras u orificios para que circule bien el aire. Para poder empezar a hacer nuestro compost es fundamental saber qué podemos utilizar y qué no.
* Podemos utilizar sin ningún problema:
- Restos de mondaduras de hortalizas y verduras.
- "Malas hierbas" que hemos arrancado de nuestro huerto o jardín, preferiblemente sin semillas para evitar su propagación.
- Ramas procedentes de la poda.
- Hojas de árboles
- Restos de hierba seca
- Césped, previamente seco.
- Cáscaras de huevo
- Restos de hierbas aromáticas, flores mustias o infusiones sin la bolsita.
- Estiércol animal.
- Papel sin tintes químicos.
- Paja.
* Debemos moderar el uso de los siguientes materiales ya que se descomponen muy lentamente:
- Serrín.
- Corteza de cítricos.
- Restos de tuya o ciprés.
- Restos de carnes, pescados.
* No utilizar nunca:
- Plásticos.
- Materiales que contengan sustancias químicas, pinturas, barnices, madera tratada...
- Cristal o vidrio.
- Metal.
- Goma.
- Papel tintado.
- Heces de perros y gatos.
- Pañales.
- Roble, eucalipto y magnolia
- Tabaco.
¿Cómo hacerlo?
Nuestra compostera deberá estar sobre la tierra para permitir la colonización a los descomponedores. Tendremos que colocarlo al abrigo de la lluvia. Nos proveeremos de un plástico o tapa para moderar la humedad y entrada de aire. Pondremos en la parte inferior los trozos de ramas y corteza más gruesos creando una capa de unos 20 centímetros. La siguiente capa será de restos verdes de plantas y hortalizas cortadas a trozos pequeños, llenando el compostador hasta la mitad..La siguiente de estiércol animal. Después otra de tierra del huerto o jardín, de unos 4 ó 5 centímetros. De nuevo una orgánica y finalmente una de tierra o estiércol. Cada vez que echemos nuevos materiales voltearemos, pero además voltearemos de forma frecuente para garantizar así un correcto compostaje.
En unos 3 meses tendremos ya un compost fresco, en el que todavía se apreciarán trozos de los materiales sin descomponer, su uso será para mantener la humedad y para proteger nuestras plantas contra las heladas debido a la capa protectora que forma. A los 6 meses aproximadamente tendremos un compost maduro, rico en nutrientes, de color oscuro y textura terrosa, listo para abonar.

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