Festival de Cine Europeo de Sevilla 2012:

Yorgos Lanthimos es el abanderado del nuevo cine griego, un cine seco, con interpretaciones sosas y satírico al máximo. Tras él otros han intentado probar la fórmula Lanthimos para hacer cine, pero no todos consiguen el interesante producto de este primero. En el caso de Babis Makridis su primer, y de momento último, intento ha sido fallido hasta decir Basta. L es un engreído intento por introducirse en el mundo que Lanthimos ha creado, y Makridis no se maneja en él con ninguna soltura.
Para tratar de poner algún orden en esta locura trataré de explicar qué nos intenta contar L. El protagonista es un tipo que está separado de su mujer y que ve tan solo de vez en cuando a sus hijos. Trabaja conduciendo un coche y recogiendo tarros de miel, pero cuando su puesto de conductor más rápido es ocupado por un nuevo compañero de trabajo, el personaje sin nombre cambia de bando y se une a unos motoristas dejando de lado por completo los coches. Y además tiene un amigo muerto que fue disparado al ser confundido con un oso y se le aparece constantemente.
Una horrible mezcla entre Drive y Alps en la que un personaje completamente desubicado que no encuentra su lugar lo busca torpemente sin importar sus propios ideales. No se toma nada en serio, ni siquiera a sí misma, pero eso no cambia nada, la película es nefasta, insoportable. Al final da la impresión de que incluso se ríe del desgraciado espectador que cruza los dedos para que todo termine lo antes posible.