Resulta muy vigorizante ir al cine a ver una película de la que no se sabe prácticamente nada, cuyo director no es conocido, y salir totalmente encantado de la proyección. Esto es exactamente lo que experimenté al ver A Night Too Young. Pero el nombre de su director no pasará mucho tiempo desapercibido, vayan tomando buena nota de él, Olmo Omerzu, porque estamos asistiendo al nacimiento de un artista muy pero que muy interesante. El film es el trabajo de fin de curso de su director en la esuela de Praga, es el primer largo que realiza y ya apunta a maneras. Una hora de metraje tan solo y todo lo que cuenta lo hace con increíble desenvoltura.
En A Night Too Young se nos cuenta, a grandes rasgos, como dos niños de doce años acaban en la casa de una profesora, su pareja y el amigo de este. Los cinco celebrarán un año nuevo tardío, y los niños se quedarán sorprendidos por el comportamiento de estas tres personas que parecen adultos pero no se comportan como tales. Vemos desde el punto de vista de dos niños como tres personas maduras se comportan infantilmente. Pero esto no queda aquí, de la película podemos sacar una serie de lecturas bastante interesantes.
Los dos niños son claras representaciones de los dos adultos, y en cierto modo están teniendo la oportunidad de ver su propio futuro y poder decidir si quieren cambiarlo. Mientras que David niño le habla de obscenidades e instiga al otro a beber, toma vodka y fuma sin sufrir ningún problema, y presencia con atención todo lo que ocurre en la casa; Stepan niño trata de hacerse el mayor bebiendo pero es incapaz, cae enfermo ante los excesos de los tres adultos. David adulto increpa duramente a su novia, de la misma forma David niño parece hacer lo mismo pero tan solo con su mirada siempre atenta. Por el contrario Estepan, al caer enfermo, desaparece de escena y no tiene que ver como la noche va empeorando.
El personaje de la chica es muy interesante, es una depredadora sexual insaciable, y es fácil tacharla de promiscua rápidamente. Pero cuando ella contesta a David y le echa en cara que él la tacha de prostituta, consigue que el espectador empatice con ella y cambie en cierto modo la percepción que se nos muestra de ella. La metáfora en la que la casa sale ardiendo nos remite directamente a los deseos sexuales de ella, y como son el detonante para el desarrollo de todos los problemas que hay en el film. Interesante también es la escena en la que Stepan adulto trata de tener algo con ella, pero todo queda en agua de borrajas, y para mostrarlo vemos un fuego artificial que trata de salir despedido pero que cae hacia abajo; esto nos recuerda a la famosa escena de Atrapa un ladrón de Alfred Hitchcock.
Los tres personajes están completamente solos y aislados, y necesitan ser queridos, a esto se suma también el policía que termina de complicar las cosas. Los niños en cambio no han sido corrompidos aún, están a tiempo de cambiar aquello en lo que se convertirán. Y aquí vienen un par de spoilers, en la escena aparentemente onírica del final, la chica termina por quedarse con el Stepan niño, que guarda las bondades del adulto solo que aún no ha sido baqueteado por la vida. El mensaje final de la película resulta algo esperanzador, pues el camino de los dos adultos y el de los niños es totalmente diferente, podrían conseguir reconducir sus vidas.
Una muy buena película, inteligente y divertida. Conservemos en nuestra memoria el nombre de Olmo Omerzu.