Festival de Cine Europeo de Sevilla 2012: Good Vibrations

Un director, no recuerdo exactamente quien, comentó en una entrevista que una de las mejores ventajas que podía encontrar al ser director de cine era el poder poner en sus películas la música que le gustaba, y eso es estupendo siempre y cuando dicha película no se sustente única y exclusivamente en ello. En Good Vibrations se nota perfectamente que a sus dos directores les gusta más la música que el cine, el poner buena música no va a conseguir que la película sea mejor, y esto no parecen entenderlo. Da la impresión de que el argumento carece de cualquier importancia, y por lo menos carece de interés. Jamás se presta verdadera atención al guión, y la película se desarrolla torpemente, de forma alocada pero sin decir nada, y con una cargante voz en off que no consigue más que crispar los nervios.
El personaje principal es cargante, un adulto con mentalidad infantil que trata de comportarse como un joven. Los creadores creen que dicho personaje es tremendamente carismático, y que es un perfecto núcleo para su película, pero se equivocan, pues jamás consigue que nadie muestre simpatía por él. El aire setentero que se respira siempre es muy atractivo, pero ni por esas se salva la película.
Por otro lado la película no llega a ser algo totalmente terrible, de hecho resulta simpática y hasta vierto punto entretenida, una visión muy cándida y cargada de añoranza a aquellos años.