En la mayoría de comedias románticas de las que (me) molan, a uno de los dos protagonistas le ofrecerán un trabajo imposible de rechazar en la otra punta del mundo (cuanto más lejos, mejor es la película).
Casualmente, y porque estas cosas nos suceden a todos cada día, la oferta se le realizará justo cuando su relación con Matthew McCoughnassy no pueda ser más perfecta.
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