Por Voces desde Chile
Entre conversaciones y leyendo artículos en Internet, me enteré de un fenómeno que se ha popularizado, especialmente en Estados Unidos: Nada menos que fiestas de divorcio.
El divorcio resulta ser un proceso difícil y doloroso, donde se acaba un proyecto común y que tiene consecuencias no solamente para los involucrados directos, sino también para los hijos, familia extensa, amigos, etc. Ante esto, las personas ejecutan distintas estrategias para atravesar aquella transición. Y por ello, estas fiestas de divorcio, podría decirse, que constituyen una especie de ritual para pasar a otro estado: De casada(o) a separada(o).
La cosa es que en EE.UU. ya existen tiendas donde venden productos especialmente diseñados para la celebración. Desde cotillón hasta tortas de divorcio. También se pueden encontrar páginas que brindan sugerencias para la realización del evento, como a quién invitar, cuándo realizarla, qué regalos ofrecer, qué actividades realizar durante la fiesta, entre otros. Hasta existen unos ataúdes donde se puede guardar el anillo de bodas. ¿Qué loco no?
¿Y ustedes qué piensan de esta nueva tendencia?¿Celebrarían su divorcio?