Fifteen Hundred Miles from the Sun es un libro que, para mí, ya empezó con una de las mejores cosas que vi en todos los años que bloggeo: una nota de le autore (Jonny usa pronombres they/them) diciéndole a le lectore que si este es un libro que no puede leer, sea ahora, dentro de diez años o nunca, está bien. Que lo entiende, que lo más importante es cuidarse une misme y su salud mental. Algo también súper importante: suma trigger warnings (abuso físico, homofobia, lenguaje homofóbico, etcétera), algo que venimos casi exigiendo desde Young & Bookish y tenemos en cuenta en nuestra base de datos de representación en el YA.
El libro arranca con Julián "Jules" Luna, un chico de ascendencia mexicana que vive en Corpus Christi, Texas, con su padre. Julián está en su último año de secundaria y sueña con ir a la UCLA, en California, donde podrá alejarse de todo y de todes y finalmente salir del clóset y ser como es.
Ah, porque sí: Julián sabe hace tiempo que es gay, pero no quiere (más bien no puede) salir del clóset hasta que no deje Corpus Christi. No solo su papá es abiertamente homofóbico, sino que, además, vive en una ciudad bastante cristiana y tiene miedo de lo que sus amigues, su abuelo e incluso su hermana mayor (que volvió a la ciudad después de años de estar estudiando en otro estado) puedan decir. Para él sus amigues y su familia lo son todo, por lo que no quiere arriesgarse.
Hasta que una noche se emborracha y por equivocación twittea en su cuenta principal (porque obvio tiene una side account en la que se permite ser fan de cosas que lo outearían, como Ariana Grande) fotos suyas saliendo del clóset.
Es entonces cuando Mat, un chico de ascendencia vietnamita de Los Ángeles con el que había hablando pocas veces en su side account, le manda un mensaje privado y empiezan a hablar. Y se vuelven amigos. Y Julián comienza a sentir cosas más fuertes por él.
No quiero contarles mucho más, pero la sinopsis bien puede adelantarles un poquito más sin spoilearles. Si solo vinieron acá por el veredicto final, se los digo ahora así les ahorro mucha lectura: es un libro hermoso y fuerte que te hace llorar, y recomiendo mucho su lectura. Fin.
Fifteen Hundred Miles from the Sun es gay as fuck. Desde un comienzo la diversidad (relacionada a temáticas LGBTQIA+ y étnicas, y me atrevería a decir también socioeconómicas) se te pega, te envuelve, te lleva de la mano para contarte una historia, como dije, hermosa, que te hace llorar y que es gay as fuck.
Tiene un romance muy tierno y dulce, que obvio a mí se me hizo horrendo y cringey porque no leo libros de romance (y porque es amor adolescente, es decir, horrendo y cringey para quienes ya pasamos esa etapa). Es sin duda el tipo de romance que tuve con mi primer novio (sí, noviO, de mi época en la que también me enclosetaba por miedo). Es un amor adolescente, con el drama y la emoción que eso genera, y que me parece perfecto para quienes buscan ese amor idílico que, a pesar de lo casi irreal fruto de la adolescencia, es profundo y lleno de verdades.
Este libro nos habla del trauma, del sufrimiento, de la tristeza, pero por sobre todo del amor y de la esperanza. Es un libro que nos hace llorar, pero que también nos saca risa, más que nada en las escenas en las que Julián tiene a sus amigues cerca (un grupo re variado y súper gracioso). En ciertos momentos me fue difícil leerlo porque la ansiedad y el sufrimiento que sentía en las escenas donde había violenta física, por ejemplo, era muy real. Y esto lo digo sin haber sufrido (gracias a Dios) violencia física, menos intrafamiliar.
Algo a destacar pero sobre lo que no sé si da meterme en profundidad es las charlas y escenas sobre sexo seguro, algo que no solo no se pone en discusión en ningún momento, sino que además son momentos naturales y nada forzados.
Lo que me pareció invaluable y algo de lo que creo que muches otres autores deberían aprender es la ausencia a propósito de redeption arcs para personajes que no lo merecen: no todas las acciones nacen de la ignorancia, la desconfianza o un muy largo etcétera. Muchísimas veces sale del odio y, en esos casos, no hay por qué perdonar nada ni los personajes tienen por qué aprender nada, porque en la vida real no lo hacen.
Lo único que quizás no me gustó del todo, siempre hablando de mi propia experiencia de lectura, son algunas escenas donde todo era demasiado rutinario, común y no sumaban demasiado a la historia. Por ejemplo, escenas donde comían comida tex-mex o plain Mexican: entiendo que suma a la historia desde lo étnico, pero lo étnico está tan entrelazado con la historia en general que algunas de estas escenas no son del todo necesarias, porque suenan más que estiran.
Creo que todo esto refleja el nivel de escritura de le autore. Sé que esta es una historia muy personal para elle y es muy posible que eso sume a la experiencia, pero más allá de eso da cuenta de la calidad de une autore debut. Creo que podemos esperar muchas cosas buenas en un futuro.