Hace tiempo que Figurines deberían haber dado el salto hacia la fama, más o menos desde Skeleton, su segundo trabajo que contenía The Wonder, una de las mejores canciones de 2005. Por alguna extraña razón, se quedaron ahí y su siguiente disco paso desapercibido.
Ahora vuelven con este cuarto trabajo que es una autentica maravilla. Se han olvidado por completo del rollo Franz Ferdinand que llevaban en aquel álbum, se han empapado de melodías pop sixties, y suenan más a los Beach Boys o grupos más contemporáneos como The Shins (¿Qué pasó con este grupo?). Es un disco lleno de grandes canciones que no me gustaría que se quedara en el olvido entre tanta filtración de grupo famoso. De todas formas, estoy seguro de que a vosotros os pasara lo mismo cuando escuchéis canciones como New Colors, Hanging From Above o Lucky To Love.
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