Revista Expatriados

Fiji Time

Por Vitta

Previously on "Australia, no es país para viejos"...
A veces, cuando llamo a Dios me equivoco de coordenadas. La última vez, le mandé a una isla del Pacífico: Fiji. Así que decidí hacer las maletas e ir a su rescate. Y allí me lo encontré...Dios es un tío de palabra, así que cuando llegamos a Fiji, hacía un rato que ya estaba esperándonos.
Fiji Time
-"Llegáis 20 minutos taaaalde"-. Aunque esta vez no había bajado con una Harley.
-"Vamos, que es ÉL"-. Le dije a mi Cubi mientras nos alejábamos del aeropuerto.
Conducía un taxi a juego con una camisa de flores fucsias, con havaianas y las Aviator incluidas, imagino que para pasar por desapercibido. Amos, yo diría que era ÉL, no quedaba otra; si yo hubiera creado a los ingenieros de las carreteras y a los conductores que vienen en sentido contrario, también adelantaría camiones en una curva a 120km h. Pero mi humilde condición de humana, solo me alcanzó para una Ingeniería en Puentes y Festivos!
However, había sido un intenso viaje de 4 horas de avión viendo capítulos atrasados de "Anatomía de Grey" y de 1:30 tragándome toda la playlist de la MTV dentro de una lavadora tuneada con ruedas, llámese taxi. Si esto no era obra de Dios...
Lo más natural es que os preguntéis -"¿Pero todo esto no iba sobre Australia?"-. Veréis, para los australianos es algo intrínseco; Fiji no va sin Australia, ni Australia sin Fiji. Digamos que es como su casa de vacaciones, algunos tenemos un terrenito en el huerto, y otros poseen una isla tropical con 30º de media todo el año. Nadie dijo nunca que la vida fuera justa...
Pero cuando eres un español con la Turist Visa, entras en el "privilegiado" grupo de "mierdaquesemecaducaelvisadoymetengoqueirdevacaciones". Entonces, es cuando Fiji se convierte en un idílico país donde renovar tu estancia cada 3 meses.
En fin, retomando el tema, con o sin la ayuda de Dios conseguimos llegar al Hotel. Mientras esperábamos el cambio, "la lavadora" desapareció a la velocidad de la luz, dejándonos plantados allí, en medio del Hall. Seguro que leyó las intenciones de Cuba (mi -por todos conocido- novio) de robar los botecitos de champú del Hotel. Siempre lo hace. Una vez hasta nos llevamos un par de cuadritos del vestíbulo del Sheraton. Tonta de mi, lo publiqué en Facebook y desde entonces, que ya ni Dios marca el botón de "me gusta" en ninguno de mis posts...
Total, que dejados de la mano de Dios, empezó nuestro best trip ever al caer la noche en la remota aldea fijiana de Naviti. Perdón, he dicho, ¿remota? Pues resulta que el concepto de "Resorts en mitad de una isla, en mitad de la jungla tropical, en mitad de un perdido pueblo, en mitad del Pacífico", se extinguió cuando los dinosaurios, con llegada de la Era "All Inclusive". Obviamente, esta estrategia persigue un target muy concreto: personas con ciertos desordenes de conducta. Por un lado, alcohólicos básicamente, cuya gran mayoría deciden que la mejor terapia de desintoxicación son las Caipiriñas con Croissant o la cerveza para tomarse el Gelocatil. Y por otro, obsesivo-compulsivos del buffet libre. También, en determinadas épocas del año, puedes encontrarte un grupo marginal: "The Others". Cuba y yo.
Como suele pasar en las islas tropicales, el encuentro entre "The Others" y los demás grupos puede dar lugar a un evento estelar o por lo menos imprevisible...¿alguna vez has coincidido en la misma dimensión de espacio y tiempo con un borracho y total desconocido sentado en tu mesa, que resulta ser un camello que de tapadera limpia piscinas, que apenas llegó al hotel en un helicoptero privado y está a punto de quitarse la camiseta para enseñarte su tatuaje de Ninja partiendo en dos un Tripi?$/&? Y sí, por supuesto, también se le veía la parte superior de la rajeta del culo. ¿Pensabas que esto solo pasa en las pelis? ¿Creías que no podría ser peor? Pues que me dirías si te cuento que el Ninja DeLaRajeta, por una puñetera casualidad de la vida viene de la misma ciudad que tú, y no solo eso, sino que también limpia TUUU piscina?????!!!!.
Nooooooooooo, el mundo no puede ser tan pequeño. ¡Me niego y me cauen en la Estrella Damm y Formentera! Si de verdad el mundo es un pañuelo, dámelo que me seque las lágrimas, ¡por favor!
...
No volvimos a hablar más con ningún hombre blanco durante todo el viaje; cualquiera suponía un bulto sospechoso para nuestras gafas de camuflaje. Solo nos fiábamos de los nativos. Los nativos eran nuestros únicos amigos en Fiji. Nos protegían, nos cuidaban. Nos llevaban a partidos de Rugby, nos enseñaron a cazar para la supervivencia (cocos, básicamente) y nos llevaban de fiesta. Les confiamos nuestras vidas, y ellos nos entregaron sus secretos más valiosos; conseguimos explorar tierras donde nunca antes el hombre blanco había estado, el único y auténtico local de la isla: Casablanca Pub.
El resto, no me está permitido contarlo... Solo puedo desvelar la palabra perdida:
"Fiji baby"

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