Oportuno cartel que recibe a los viandantes que se adentran en el Entorno Meaques Retamares
Javier Rico
Antes de retomar impulso durante el mes de agosto para afrontar un nuevo curso escolar con Aver Aves, decidimos darnos una vuelta por una zona verde periurbana a la que le teníamos muchas ganas, el entorno de los arroyos Meaques y Valchico, en el barrio madrileño de Campamento. Acompañados casi constantemente por una banda sonora de inquietos abejarucos, golondrinas y aviones, la jornada matutina resultó fantástica, por el paisaje en sí, que mezcla bosque de ribera y retamar, y por la gran variedad de aves que lo habita. Son razones más que suficientes para hacer caso a los vecinos y vecinas de la zona e incluirla dentro de un corredor ecológico entre la Casa de Campo y el Parque Regional del Curso Medio del Río Guadarrama.
Una pareja de palomas zuritas se alternan en el baño posadas en ramas que cuelgan sobre el agua; una oropéndola marca una estela amarilla cuando cruza frente a una chopera; jóvenes de alcaudones reales y comunes se adiestran en el arte de cazar, encaramados en lo alto de marañas de zarzas; una pareja de zampullines comunes parecen reacios a abandonar el nido en el que han sacado adelante la pollada de esta temporada; y, en fin, decenas de abejarucos deslumbrando con su colorido, posados sobre conspicuas ramas secas. Este rico elenco de aves se mostró en apenas una hora de recorrido, a escasos 200 metros de las casas de la Colonia del Gran Capitán y del colegio del mismo nombre.
Los llamativos abejarucos se muestran constantemente en este espacio
Desde la plataforma ciudadana Salvemos Campamento, integrada por decenas de asociaciones de todo tipo, llevan años luchando por salvar de la especulación y el ladrillo este entorno, Eurovegas incluido. El trabajo que realizan, vista la valía de la zona, es encomiable, como la plantación de incipientes brotes de fresnos y alcornoques que se reparten por varias partes del Entorno Meaques Retamares (nombre con el que han bautizado a esta parte del corredor ecológico). Los vecinos más cercanos bajan de sus casas con cubos y riegan estos plantones, además de vigilar e informar sobre su estado de conservación.
¿Se merece este paisaje ser inundado de ladrillo y cemento?
Este año andan todos y todas muy sorprendidos y alegres porque el arroyo Valchico disfruta de una corriente continua de agua que ha favorecido el mantenimiento de una pequeña laguna que nutre al más exhausto arroyo Meaques. Este, vía Casa de Campo, acaba desembocando en el río Manzanares. Espadañas, juncos y carrizos, junto a álamos y sauces, y algún ailanto invasor, verdean esta laguna y permiten que se alojen entre ellos gallinetas, ánades, pájaros moscones, ruiseñores y currucas capirotadas.
Un joven de alcaudón común sorprendido entre matas de zarzas
No vimos rapaces de hábitos más nocturnos, como el mochuelo, emblema de la defensa del Entorno Meaques Retamares, como se aprecia en las fotografías y carteles que ilustran esta entrada al blog. Para ello recomendamos apuntaros a las periódicas marchas nocturnas que organizan los colectivos que piden la protección oficial de este enclave y la desaparición definitiva de la amenaza de urbanización que sigue pesando sobre él. Sin ir más lejos, este mismo sábado 1 de agosto tendrá lugar una de ellas, desde Boadilla del Monte hasta la estación de metro de Colonia Jardín.
Imagen del proyecto de conservación de este espacio
Para los profesores y escolares de colegios como Gonzalo Fernández de Córdoba o Hermanos Pinzón recomendamos acudir a Aver Aves. Este espacio ha calado hondo en nosotras, por su riqueza en biodiversidad y por la lucha ciudadana por su preservación. Estamos a tiempo también para que, desde la educación ambiental (SEO Monticola, Ecologistas en Acción, Grefa y el naturalista Ángel Febrero también trabajan en esa línea), apoyemos el mantenimiento en buen o mejor estado de retazos verdes urbanos que nos ayudan a respirar en este Madrid saturado de urbanismo desaforado y contaminación.
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Contacto: [email protected] / 617 47 80 17