Estuve en Madrid de fin de semana hace muy poquito. Cada vez que visito esta ciudad más me gusta, tanto que ya estoy pensando en organizar otra escapadita tan pronto pueda. No sé qué tiene, o tal vez sea que lo tiene todo, pero Madrid me flipa.
Un buen amigo y compañero de trabajo se casaba en Madrid, y aproveché para pasar un fin de semana largo, visitar amigos, hacer un poco de turismo, disfrutar de la noche madrileña, y comer bien, que es una de las cosas que los que vivimos fuera de España más echamos en falta.
Me alojé en el Aparthotel Tribunal, un apartahotel a 2 minutos de la parada de metro Tribunal. Sencillito, limpio, muy baratito (por entre 50 y 70 euros en función de la temporada tienes un apartamento bastante aceptable), céntrico, y sobretodo justo al lado de donde mi amigo celebraba el convite de su boda.
Disfrutando de la noche de Madrid
Mucha gente dice que Madrid es la ciudad más divertida de Europa para salir de noche. Después de este fin de semana no puedo más que reafirmar estas palabras. Es imposible aburrirse en esta ciudad. Hay tal cantidad de garitos y con tan buen ambiente que lo difícil es que no te lo pases bien.
La única pega que tiene la noche de Madrid son los precios de las copas de muchas de sus discotecas. Me parece excesivo que te claven entre 12 y 15 euros por copa. Si sales a cenar, y te tomas entre 8 y 10 copas (una media muy normal para cualquier salida) es imposible bajar de entre 120 y 150 euros. Tal como están las cosas en España este presupuesto no está al alcance de la mayoría. También es cierto que este fin de semana pisé algunas de las discotecas más exclusivas de Madrid y eso se nota en los precios.
La primera noche, jueves, cené en el bar restaurante Jose Luís de la calle Serrano. Tapeo en barra de primera con unos pinchos de tortilla espectaculares. Cada vez que vuelvo a España esta es una de las cosas de las que más disfruto, y los pinchos de este sitio están de cine.
A muy poca distancia está el Makkila un restaurante (me da que no es el mejor sitio para cenar) que a cierta hora se pone en plan de copas. Es un sitio que está muy de moda para empezar la noche y tomarse los primeros copazos. Creo que es donde he visto más chicas guapas por metro cuadrado de Madrid. Todas bien monas y pijitas ellas, un espectáculo para la vista. Uno de los sitios de Madrid para ver y dejarse ver. Volveré sin dudarlo.
Todavía de prontito nos acercamos a La Marcela de Goya, un pequeño bar restaurante donde puedes disfrutar de buenas tapas, una cena excelente y copas como nos gustan a todos. Suele haber alguna actuación de flamenco, o la gente se “arranca” espontáneamente. Muy bien para las primeras copas.
Poniéndonos ya serios en la noche fuimos a Le Boutique, una de las discotecas que están de moda en Madrid, y con razón. La decoración y la música se salen, las copas no engañan, y lo que se mueve por ahí es un deleite para la vista. Es una discoteca chic, elegante, y sofisticada frecuentada por jóvenes profesionales y gente bien de entre veintimuchos y treintaytantos. Fantástico local!!!
Nuestra ruta noctámbula por los garitos de Madrid nos llevó a Vanity, discoteca de la que no tengo demasiado buen recuerdo y que tendrán que ponerme una pistola en la sien para que vuelva. Es una discoteca pequeña y claustrofóbica. Un jueves noche espérate encontrarla abarrotada de jóvenes universitarios pijoteras de primeros años de carrera, y los fines de semana prácticamente tres cuartos de lo mismo con algún añito más. El servicio es realmente pésimo. La barra impracticable con tres hileras de gente peleándose para pedir, y con solo dos camareros sirviendo.
Un nivel bajo, bajo que ni se le acerca a Le Boutique. No diré que la decoración del club no está lograda, pero desde luego nada tiene que ver con la imagen que quieren vender de un club selecto. Para mí no es más que un local de batalla. Vanity es una discoteca para olvidar si tienes un mínimo de clase.
Huyendo de tal vil antrucho, nos tomamos una copita en uno de los clásicos de Madrid que siempre triunfa, el Fortuny. Esta discoteca situada en un Palacete de estilo neoclásico es una de las más exclusivas y con más glamour de Madrid. Tiene tres plantas, en las que se dividen discoteca y restaurante, y una terraza fantástica para las noches de verano.
Está claro que Fortuny no es para todo el mundo. Está enfocada a una clientela muy selecta y con alto poder adquisitivo de treinta palos para arriba. Es uno de los mejores clubs para tomarse unas copas y divertirte entre la gente bien de Madrid. Tal vez sea demasiado pijo y estirado para mi gusto, pero vaya, creo que es un buen sitio para ir de tanto en tanto, sobre todo en verano para disfrutar del magnífico ambiente de su terraza.
Para acabar la noche escogimos La Posada de las Ánimas. Cada vez que menciono esta discoteca la gente me sale con lo de Mujeres y Hombres y Viceversa, un programa de la tele que ni sé de qué va. En fin parece que es un sitio con fama de que va mucho famosillo. No sé si será cierto pero me pareció un local muy divertido con bastante cachondeo.
Hay música bailonga y perreo del bueno. El ambiente es propicio para pasárselo bien. Hay mucha gente de la noche con un estilo diferente a la gente pija de las otras discotecas. Se mezcla la gente guapa, gente normalita, algún turista buscando juerga, y también grupillos de chonis dándose aires de ser alguien. Me pareció un buen sitio para pasártelo bien sin necesidad de guardar tanto la compostura como en otros garitos más selectos de la noche madrileña.
De turismo por Madrid
Milagrosamente fui capaz de levantarme a una hora razonable para hacer una visita turística por Madrid. Lo hice de la mejor manera que se puede visitar Madrid, combinando turismo con cañas y pinchos. Me alucina lo bien que se come en esta ciudad en cualquier bar de pinchos. Es un activo cultural de primer nivel que se debe mantener y potenciar.
En un solo día me dio tiempo a visitar muchas de las cosas más importantes que hay que ver en Madrid. Básicamente el Madrid de los Austrias y todo lo que hay por el centro. Entre otras cosas la Puerta del Sol, el Palacio Real, la Catedral de la Almudena y demás basílicas y monasterios de la zona, la Plaza Mayor, la Plaza de la Villa, el Templo de Debod, la Gran Vía y la Plaza de España, la Plaza de la Cibeles, la Puerta de Alcalá, y otras tantas atracciones turísticas de Madrid que no voy a enumerar.
De todas ellas la que me pareció más interesante fue la visita al Palacio Real. Es uno de los palacios más grandes y suntuosos de Europa. La visita te lleva por algunas de sus más de 3000 estancias. La Escalera principal, el Salón del Trono, la Armería Real, la Farmacia Real, la Capilla Real… son algunas de las estancias más interesantes que puedes ver. Una visita al Palacio Real es de obligado cumplimiento. Realmente impresionante.
Otra noche de copas en Madrid
La segunda noche empezó con cena en el restaurante Casa Hortensia (Calle Farmacia 2) un restaurante asturiano baratito pero donde se come de fábula y en cantidad. Te sirven unas raciones enormes. Nos pusimos las botas a base de merluza y solomillo. Para volver sin dudarlo.
Ya puestos en faena nos fuimos de copas a un antro de mala muerte que se llama 100por100. No sé a quién se le ocurrió ir allá pero desde luego erró el tiro al 100%. Este garito no es más que un bar cutre de bailoteo con música española. Alguien del grupo dijo que el local tenía fama de que solo iban orcos. Cierto. Al menos ese día las chicas que se dejaron caer por el local eran más bien poco agraciadas. Añadiría que además de orcos es un auténtico campo de nabos.
Huimos espantados e insatisfechos de tan poco gratificante experiencia. Cambiamos de tercio y nos fuimos al Déjate Besar. Esta discoteca del Barrio de Salamanca es famosa por el buen gusto en cuanto a su música. Es un sitio agradable y elegante donde puedes tomarte una copa a gusto sin empujones y con buen servicio. Está frecuentada por gente de treinta y muchos para arriba. Esta discoteca tiene cierta fama de ser un lugar propicio para el ligoteo, y ciertamente así es. El nivel de feromonas de ellos y ellas está por las nubes.
La siguiente discoteca, y la última, que pisamos fue el Snobissimo. Sin duda una de las más divertidas de todo Madrid. Es cierto que es bastante pija, pero la música es muy muy bailonga, el ambiente está muy bien, la gente, mayormente en la treintena, va a pasárselo en grande, y las señoritas que se pasean por ahí están de escándalo. Ligoteo a saco. La única pega del local es el precio de las copas, si no recuerdo mal 15 pavos.
Una de las grandes ventajas del Snobissimo es que cierra muy tarde. Creo que salí de ahí entre las 6 30 y las 7, y el garito todavía seguía a tope. Vamos que es un lujo tener una discoteca así a la que poder ir cuando te echan de los otros antros. Si viviera en Madrid sin duda sería asiduo del Snobissimo.
Fantástica noche que acabó de la mejor manera que puede acabar una noche de copas por Madrid, o casi ;-), con un bocata de calamares y una cervecita para rematar.
Paseo por Madrid y Boda
Noche dura, y todavía más duro amanecer… Aun así después de unas pocas horas de sueño me levanté para darme un paseo por Madrid, y comer algo. Por la tarde mi amigo se casó en la Basílica San Miguel poniendo fin a su vida de joven soltero en aras de un prometedor futuro compartido. Parece que el matrimonio le ha sentado bien. El añillo le ha dado más empaque y más prestancia. Se le ve con el pecho henchido llenando a tope su traje. Ahora parece más señor.
Para celebrar su enlace con muy buen criterio escogió una fórmula diferente al tradicional convite de mesa, mantel y tres platos, que casi siempre son una pesadez. Optó por un formato tipo buffet mucho más dinámico y social. Mesas altas con picoteo, camareras ofreciendo delicatesen, y dos grandes salas con buffets diferentes con todo tipo de comida (por cierto el sushi fue todo un gran acierto), y varias barras con barmans preparando cócteles de todo tipo.
Escogió un entorno muy especial en el centro de Madrid, la Fundación Fernández de Castro. Esta fundición ocupa un elegante y bonito edificio de estilo ecléctico con toques Neoclásicos y Art Nouveau con un fantástico patio interior ajardinado ideal para celebrar este tipo de eventos. Es un lugar poco habitual para bodas a pesar de que aceptan alquilar el espacio para algunos happenings de carácter privado.
La noche estuvo amenizada por un grupo cubano que junto a los mojitos hizo las delicias de los asistentes. El concepto de boda y el ambiente distendido acompañaba para socializar, comer sin parar durante toda la noche, y dar buena cuenta de los cócteles hasta que nos echaron, casi por la fuerza, del lugar.
Vaya… que bien me lo paso en esta ciudad!!. Madrid se sale.