El primer artículo que escribí en este blog, el 10 de noviembre de 2010, versaba sobre Teoría de cuerdas. Estaba escrito en algún lugar que debía ser el último. No hay grandes motivos para explicar el cese de actividad. Circunstancias personales, que se dice. Las despedidas no son mi fuerte, soy de esos que se esfuman sin que nadie se percate hasta que ya es demasiado tarde. Si dejo esta nota, es para que quienes me habéis seguido durante tantos años no tengáis que pasar por aquí en busca de una nueva actualización.
Pero, claro, nunca se sabe. Quizás vuelva, quién lo sabe. Aquí o en cualquier otro lugar. De momento, no me esperéis despiertos.
Recibid un fuerte abrazo de alguien que siempre, desconocidos lectores, algunos con nombre y otros sin ni siquiera eso, os estará muy agradecido.
P.D.: Dejo el archivo abierto a vuestra disposición. Aún queda mucho tiempo para que esta página desaparezca por impago. Disfrutadla, pues.