Revista Televisión
El de 2018 ha sido un verano de despedidas. A las de 'The Originals' y 'Quantico' se suma la de 'Nashville', el culebrón country cancelado por la ABC tras cuatro temporadas y que fue rescatado por la cadena CMT, encargada de su emisión hasta su despedida a finales de julio. La gira de 'Nashville' (el éxito musical de la serie ha sido tal que además de la venta de la banda sonora ha habido conciertos con el reparto) llega a su final después de 124 capítulos, quizás demasiados para una serie que, aunque es cierto que sobrevivió al cambio de cadena y a la muerte de su protagonista, tuvo demasiados bonus tracks.
'Nashville' vio la luz en la temporada 2012/2013, un año después del éxito de 'Revenge', poniendo de moda, de nuevo, los culebrones de alto standing en horario de máxima audiencia. La pérdida de audiencia a lo largo de sus seis temporadas en antena ha sido progresiva, ya que, su temporada debut, marcó una media de 1.9 en demos con más de 5'9 millones de espectadores. La cadena ABC la canceló tras su cuarta temporada, que marcó un 0.96 en demos con casi 4'2 millones de espectadores. Tras el cambio de cadena, y al pasar a ser emitida en una de cable, sus audiencias mermaron considerablemente, marcando en su quinto año un 0.19 en demos y 815.000 espectadores de media, bajando en su temporada final hasta el 0.14 con 714.000 espectadores de media.
Seis años han dado para mucho: hemos asistido a bodas y funerales, hemos sido testigos de detenciones y accidentes de tráfico, hemos visto formar y romperse parejas con total facilidad y hemos formado parte de tramas realmente demenciales (la secta y la granja de caballos se llevan la palma). Pero, sobretodo, hemos formado parte del viaje hacia la madurez de un gran número de personajes a los que, al final, la vida les ha sonreído, regalándoles a todos y cada uno de ellos, su final de cuento de hadas.
A partir de aquí spoilers del final de 'Nashville'.
Tras el parón de febrero, la serie retomó las tramas tal y donde las dejó. Salieron a la luz los problemas de autoestima de Will, que a punto estuvieron de llevarle al otro barrio y que le llevaron a alejarse de la música durante un tiempo. Tampoco es que estuviese viviendo un gran momento profesional, pues la boyband que había montado junto a Gunnar y Avery tras del abandono de Alannah hacía aguas. Los tres chicos han tenido un final feliz, ya que The Last Highways se ha vuelto a poner en marcha convertido en éxito. Will, además, ha vuelto con Zach, quien al parecer ha decidido salir del armario a pesar de su carrera política.
Gracias a Alannah, en 'Nashville' hemos tenido nuestro propio #MeToo con la versión musical de Harvey Weinstein encarnada por Jeffrey Nordling, que ha dado vida al peor de los villanos que han pasado por la serie (y el nivel estaba alto, no olvidemos a Lamar, Jeff, ¿Layla?, ¿Teddy? o ¿Luke?). Con su caída, provocada por una Alannah ayudada por Zach y Deacon (y con el apoyo de todas las mujeres silenciadas, lideradas por Jessie), la propia Jessie se ha liberado de su ex, quedándose con la custodia de su hijo y ¿abriendo la puerta a un futuro con Deacon? ¿o la colaboración musical de Deacon con Ilse va a ser también romántica? Sea como fuere, Alannah, ahora sin Brad, termina teniendo la carrera musical que merece.
Aunque Daphne no gana el talent en el que participa, su historia también tiene final feliz, pues termina firmando un contrato con la discográfica de su padre, siguiendo los pasos de su hermana Maddie, que se muda a la casa que antes pertenecía a Deacon alcanzando así la ansiada libertad. Por el camino se ha quitado de encima a Jonah, el Justin Bieber de 'Nashville', y le ha roto el corazón a Twig. La que no tiene el corazón roto es la pavi sosa de Scarlett, que después de asumir que no puede tener nada con Sean (lo que los caballos han unido puede separarlo una mujer) y de retomar su carrera musical, descubrimos que en el lapso de unos meses ha conocido al hombre de su vida, un músico con el que ¡¡está prometida!! De verdad, las tramas de Scarlett han sido siempre de las más demenciales.
Aunque si hablamos de tramas demenciales tenemos que nombrar a Juliette Barnes (¡¡su acercamiento a la música gospel!!) y su paso por una secta de la que consigue escapar para renunciar a su carrera como cantante y como personaje público y terminar comprándose una granja con animalitos para vivir en paz de una vez por todas. O no. Y embarazada de nuevo de Avery, con el que comparte el final feliz de estar juntos por siempre (o no) y comer muchas perdices. Deacon también termina compartiendo muchas perdices con su padre, que reaparece en su vida y la de sus nietas para quedarse a pesar de los amagos de separación.
Aunque sin duda alguna lo más bonito que nos ha dejado la series finale ha sido la reaparición de Connie Britton, que nos he regalado un discurso para reconciliarnos con la vida y que ha culminado con un "Y voy a quererte para siempre, eternamente" a Deacon. Ese esperadísimo regreso ha culminado con una última actuación, no ya del reparto (de TODO el reparto que ha tenido la serie a lo largo de sus seis años de vida) sino de todo el equipo que ha estado involucrado en la serie. 'Nashville' se ha despedido con una última temporada que, a pesar de sus tramas absurdas, ha dicho adiós de una manera elegante, con buenos capítulos y con una última escena emotiva con la que ha sido imposible no emocionarse.