Estamos en primavera y los seriéfilos sabemos lo que significa: cancelaciones, muertes, seasons finales. Todo sufrimiento. Menos mal que algo ha mejorado este terrible mes: Scandal.
Realmente proporciona sentimiento agridulce porque se acaba y la espera se me va a hacer larga pero a la vez sé que es tan bueno lo que nos espera que no puedo ser más feliz. Además que así tengo tiempo para poder ver estos últimos capítulos una y otra vez porque son oro puro, son todo lo que quería que Scandal fuera.
Han pasado dos días asique los spoilers están autorizados pero si aún no has visto el último capítulo de la quinta temporada de Scandal no sigas leyendo. Y si aún no has visto Scandal no sé a qué esperas.
Hay que admitir que las últimas temporadas no han sido tan buenas y han sido todo sufrimiento pero por esta increíble carrera electoral todos los pecados son redimidos. Siempre habíamos podido disfrutar de los entresijos de la vida política americana pero ahora meterse en los backstages de unas elecciones presidenciales no tiene comparación: republicanos, demócratas, secretos, vicepresidentes...
Precisamente elegir el vicepresidente era el tema central de este último capítulo. Sinceramente al ver la promo pensé que sería fácil y sencillo y que todo se centraría en Jake pero Shonda, la creadora de la serie, ha podido unir las dos líneas dándonos un final poco esperado. Aunque cuando ya pensaba que todo terminaría en aplausos y confeti cunde el pánico y ¡pum! Cyrus vicepresidente. No puedo esperar a la pelea entre estas dos fieras de la política. Sobre todo tras la última frase de Olivia necesito que este momento esté aquí ya.
Además no quiero dejar de mencionar la nueva posición de Olivia de la que mucha gente ha pasado por alto pero que yo puedo olvidar: Olivia es Commander ahora. Huck ha sido claro "no puedes derrotar al Commander a no ser que te conviertas en él" y eso es lo que Olivia ha conseguido. Veremos a ver que hace cuando se de cuenta de su nueva situación y como lo acepta.