Los duelos entre Lakers y Celtics siempre deparan comentarios. No llevamos apenas dos partidos de la edición 2010 de las Finales y ya hemos oído prácticamente dar por ganada la serie a las dos franquicias. Después del primer choque Lakers partía con varios cuerpos por delante de los orgullosos verdes. Nunca Phil Jackson ha perdido una serie de Playoffs en la que ha empezado poniéndose por delante. Y no es que haya jugado pocas precisamente. Además, el primer partido daba un vuelco a lo que pseudoanalistas de pacotilla como un servidor esperaba que fuera la tónica dominante de las series: Boston marcaría un ritmo tedioso, el suyo, con defensas asfixiantes sobre Bryant y anulación mediante ayudas del juego interior de Lakers. En el primer partido el equipo local se fue a 102 puntos con un 49% de acierto en tiros, 30 puntos para Bryant y Gasol y Bynum se combinaron para 33 puntos y 20 rebotes (23 y 14 de Pau).
Pero el primer partido esconde muchas claves para entender lo que sucedió en el segundo. Ray Allen jugó apenas 27 minutos por problemas de faltas. Su falta de protagonismo en el duelo inaugural visto lo sucedido dos noches más tarde hace sospechar que el inicial 1-0 tras ventajas de más de 20 puntos era una piedra en la que tropezarse Lakers de no cuidar algo más los detalles.
Ron Artest está defendiendo a Paul Pierce de manera magistral, dejando al californiano en malos porcentajes en ambos choques. Si además de esto, Artest te aporta 15 puntos (5-10 en tiros, 3-5 en triples), el resultado es que la granada de explote en el pie. Permitir un gran partido de Artest en ataque es como orinar a contraviento en el Mirador del Estrecho entre Algeciras y Tarifa en pleno Noviembre: consecuencias catastróficas. Lo ofrecido por Ron Ron en ataque estropeaba su trabajo sobre Pierce (10 puntos, 2-11). Muy malas decisiones, pérdidas de balón - 3 en total -, y un espectacular 1-10 en tiros, 1-6 en triples, la mayoría abiertos y sin demasiada oposición. Ron Artest por momentos demostraba que el balonmano es un deporte inteligente al permitir cambios sin estar el balón parado. Lo curioso de todo es que Phil Jackson perdió el control de la situación. Con Kobe Bryant con faltas y un Ray Allen histórico (7 de 7 en triples en los primeros 20 minutos de partido), Gasol asumía el mando. Entre el catalán y Bynum se fueron a 46 puntos y dejaron a Garnett, Wallace, Davis y Perkins con 3 faltas al descanso.
Lo que sucedió es que cuando Shannon Brown y Jordan Farmar entran en pista, el balón sólo se acerca al aro con tiros precipitados y penetraciones alocadas. Los pívots no la huelen y Ray Allen sigue enchufando mientras Rajon Rondo ejerce disimuladamente de matador. Su triple doble con algún tapón y robo providencial deja en evidencia a un Kobe Bryant que no funcionó ni en defensa ni en ataque, una vez más asumiendo un papel de líder y salvador que no era necesario, pues Pau y Bynum ya habían encarrilado el partido por la buena senda. Echo de menos más minutos de Luke Walton, un jugador con decisiones más cerebrales que las que puedan tomar Brown, Farmar y Artest mientras que Vujacic puede defender a Allen. No entiendo que Michael Finley no jugara ni un minuto en el segundo partido.
Así pues, tras un primer partido de espejismos, hemos podido asistir a lo más parecido posible a lo que será la tónica habitual en el segundo. Boston correrá sabiendo que algunos jugadores de Lakers son buenos defensores en estático pero sufren mucho al contrataque (Artest, Pau y Bynum), Ray Allen puede ser letal si lanza con un defensor a más de un metro y el banquillo de Lakers no sabe leer los partidos ni saben que sus dos pívots pueden destrozar a un Garnett al que negar que está falto de explosividad es engañarlo. Creemos que Odom aparecerá algún día, más pendiente de aportar en pista que de saber si su mujer será bien recibida en Boston. Paul Pierce ha dicho que la serie no volverá a LA. Por el bien del espectáculo esperemos que no sea así, pero Lakers deberá hacer algo al respecto.
LAS CLAVES:
- El juego interior de Lakers: Gasol y Bynum acumulan 76 puntos, 34 rebotes y 16 tapones con 25 de 38 en tiros, mientras que Garnett, Perkins, Wallace y Davis suman 69 puntos, 38 puntos, 3 tapones, 26 de 55 en tiros. En faltas la cosa va 27 a 15. Parece que por ahí deben hacer daño los Lakers.
- Duelo de bases: Rondo no mandó en la derrota de Celtics y dió un clinic defensivo y ofensivo en la victoria, triple doble incluído. Fisher se marca un 5 de 16 en tiros. De momento la actuación de Rondo está marcando los resultados.
-Factor cancha: de momento Lakers ha desperdiciado su factor cancha. Habla el Garden.