Si existe un Dios del baloncesto nos tenía preparada esta Final. Que unas series finales entre Los Ángeles Lakers y Boston Celtics se marche hasta los 7 encuentros es una delicia, un regalo para los que vivimos estos tiempos de baloncesto físico y falto de épica, de 30 franquicias y donde el futuro de un jugador que ni siquiera está en estas Finales parece más importante que el devenir de éstas.
Después de un sexto partido sin historia, donde Lakers dominó el encuentro de principio a fin y donde se notó la necesidad de victoria en casa ante tu público, la lesión de Kendrick Perkins será lo más determinante de cara al encuentro decisivo. Sin Perkins, Garnett, Davis y Rasheed Wallace tendrán que disputar los 96 minutos que ocupan sobre pista las dos posiciones interiores. Y tendrán que hacerlo luchando contra Gasol y Bynum en su propia casa. Veremos cómo ajustan defensivamente cuando se enfrenten a los tres dúos posibles de Lakers. No encuentro defensor óptimo para Andrew Bynum que no sea Perkins. Tampoco el 17 de Lakers está en su mejor momento de la temporada, pero es capital que los angelinos sepan hacer valer esa superioridad. Ahora más que nunca la clave del juego interior de Lakers es más importante. En el partido más importante del año.
Otra de las muchas claves de este partido debe ser cómo el juego exterior de Boston va a atacar a la defensa de Lakers. Si Bryant defiende a Rondo, el base de Celtics debe aprovechar para exprimir al máximo a Kobe: salir al contraataque lo máximo posible, cortes, pick and roll o bloqueo y continuación. Rondo debe provocar que la estrella de los californianos se exprima en defensa y esté falto de chispa en ataque o bien que decida relajarse atrás y así Rondo sumar puntos en la zona o asistencias. Si Artest defiende a Pierce, buscar bloqueos ciegos donde el alero de Lakers es más lento en el desplazamiento y Pierce es letal lanzando tras salir de bloqueo. Además, si Artest hoy día ya es un jugador con muy malas decisiones en ataque per se, cuanto más desgastado defensivamente esté peor lo hará. La clave de la defensa de Celtics puede pasar por evitar que Artest anote sus primeros tiros. Se frustrará. A Ray Allen parecen haberlo perdido para la causa de estas finales tras los 8 triples anotados en el segundo. Si aportara algo ya sería positivo.
Y por supuesto, Lakers debe ser un equipo generoso en ataque y en defensa. Las ayudas a los hombres altos cuando Rasheed o Garnett salgan a 5 ó 6 metros o se produzcan desajustes en la pintura esmuestra de ello. Artest es un jugador fuerte muy válido para un dos contra uno en la zona, siempre que Kobe y Fisher estén ágiles cubriendo espacios en el arco para evitar tiros fáciles de Pierce y Allen. Y en ataque deben efectuar el triángulo ofensivo a su máxima expresión. Gasol se fue a las 9 asistencias en el sexto encuentro, con 17 puntos y dobles figuras en rebotes, eso sí, en el partido más fácil de la Finales. Sin Perkins, Celtics deberán ejecutar muchos dobles marcajes contra el jugador que ejerza de "center" y los aleros de Lakers deben buscar cortes en la zona y esperar el pase del pívot. Pero para eso el balón debe llegar dentro.
Séptimo partido entre Lakers y Celtics en esta reedición de la rivalidad más famosa del baloncesto versión Siglo XXI. Este tipo de partidos está abierto a cualquier invitado especial. Podemos esperar que Glen Davis o Nate Robinson rompan un partido en el inicio del último cuarto; que Ron Artest seque a Paul Pierce y anote al menos el 50% de sus tiros abiertos; que Pau Gasol y Andrew Bynum sean esa versión moderna de las torres gemelas tan difíciles; que Ray Allen o Rajon Rondo sean los del segundo partido; que Kevin Garnett esté explosivo; que Paul Pierce demuestre que ya fué un MVP de las Finales o que Kobe sea Dios disfrazado de jugador de baloncesto. Esta noche desde las 3 de la mañana, un séptimo partido. Por fin, una verdadera final de la NBA 15 años después.