En todas las ciudades importantes del mundo encontramos estatuas humanas que se mueven cuando les echas dinero. ¿Por qué no aprovechar su potencial y gran visibilidad para crear una campaña de concienciación?
Imagina que vas por la calle, te paras ante una de estas estatuas y descubres que el final no es como el que te esperabas. Una situación perfecta aprovechada por UNICEF que han visto miles de personas en diferentes puntos de Latinoamérica.