El ministerio de Hacienda y el Banco de España tienen prácticamente lista una norma fiscal que permita suavizar el impacto de Basilea III y los efectos que supone no poder computar como recursos propios los llamados activos fiscales diferidos. De completarse, será algo así como una artimaña, una ventaja fiscal que otorgará el Gobierno para que esos activos sí computen como capital, eso sí gracias a un aval del Estado tras su transformación en crédito.
"España se está preparando para echar una mano crucial a su sector financiero, al permitir que bancos como Santander, BBVA o Banco Sabadell reclasifiquen miles de millones de euros en activos fiscales como créditos fiscales, un movimiento que permitirá fortalecer sus balances", señala en su edición de hoy el Financial Times.
Esos miles de millones de los que habla el periódico suponen en torno a 50.000 millones de euros. Una cifra que está en juego y que, de no dar ningún paso en este sentido, el sector debería descontar del cómputo de solvencia de máxima categoría en los próximos diez años ante la nueva regulación de Basilea III, un conjunto de normas bancarias para fortalecer el sector financiero.
50.000 millones en juego
En otras palabras, sin los cambios normativos que prepara el Gobierno, en torno a 50.000 millones acumulados en capital en concepto de activos fiscales se volatilizarían debido a las nuevas medidas sobre regulación bancaria.Los activos fiscales en sí son derechos de cobro sobre Hacienda para poder deducirse de tributos futuros para compensar pérdidas sufridas, sobre todo, con el saneamiento del balance. Se generan cuando la entidad incurre en números rojos, efectúa provisiones o con los fondos para pensiones y prejubilaciones de la plantilla, entre otras circunstancias.
La emergencia surge porque Basilea III considera que el cobro futuro es incierto y podría no materializarse si el banco se liquida o es incapaz de generar los beneficios suficientes como para recuperar el importe reconocido.
El camino es emular la solución adoptada por Italia en 2011 o Brasil en este mismo 2013, consistente en monetizar los activos fiscales. Hacienda asume la existencia de los créditos fiscales y si el banco quiebra se hace responsable y los reconocerá a los acreedores como capital que es. Y el Estado asumirá el aval del activo fiscal.
Fuentes del Gobierno han señalado al Financial Times que el Ejecutivo está a favor de reflejar ese enfoque -y están esperando para sacar adelante los cambios necesarios antes de que finalice el año.
"Los bancos españoles no pueden estar en una peor posición respecto al resto de la banca europea. Vamos a aplicar una solución completamente aceptable para la Autoridad Bancaria Europea y estamos bastante convencidos de que vamos a encontrar una solución antes de fin de año", señalan estas fuentes.
Para el FT, la medida representa "una victoria significativa para el sector bancario español" y puede ayudar a las entidades a evitar un aumento de capital costoso. El periódico recuerda, en este punto, la operación cerrada esta semana por el Banco Sabadell.
La contraprestación
Ahora bien, para preservar los 50.000 millones en capital en créditos fiscales, el sector espera que a cambio de esa ayuda a la entidad a la que se le permita mantener como capital dichos activos abandone el dividendo en efectivo durante "un periodo de años", refuerce la solvencia o las provisiones, entre otros.Así lo ha pedido también el Fondo Monetario Internacional, una contraprestación que, por otro lado, formaría parte de la negociación que mantienen el Ministerio de Economía y la troika (además, del FMI, la Comisión Europea y el BCE) para que la medida salga adelante.
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