Ya sé que vengo con un pelín de retraso, ¡disculpad!, me he organizado fatal, no tengo excusa. Así que vamos directamente a ponernos manos a la masa. La receta que os traigo esta semana continúa con el esquema de bizcochos que os presenté cuando comenzamos a trabajar con las masas batidas ligeras. Sólo puedo decir que es: ¡una delicia!. Los " Financiers"son unos deliciosos pastelillos de almendra, con una textura situada entre las magdalenas y los bizcochos, a los que la mantequilla avellana les confiere un gusto único. La delicadeza de su sabor y su suavidad, los convierten en el acompañamiento ideal para un buen té o café. Aunque, están tan buenos, ¡que apetecen en cualquier momento del día!.
El origen de los Financiers se encuentra en los " Visitandines", unos pequeños bizcochos ovalados que, desde hace siglos, preparan las monjas de la Orden de la Visitación en (Región de Lorena, Francia). Hoy en día siguen siendo una especialidad repostera de la ciudad y conservan su denominación tradicional.
La leyenda cuenta que alrededor de la década de 1890, el pastelero francés Lasne, reinventó la receta de los Visitandines. Su pastelería se hallaba cerca de la Bolsa, por lo que la mayor parte de su clientela consistía en financieros (" Financiers"). Buscando un dulce apropiado para ellos, fácil de comer y que no les manchase las manos, decidió cambiar la forma ovalada de los Visitandines por una en forma de lingotes de oro y... ¡Taraaaaaaaaa!, nacieron los Finaciers.
También existe otra leyenda que dice que fueron los suizos los que robaron la receta de los Visitandines y les cambiaron la forma y el nombre para que no les acusaran de plagio.¿Quién sabrá?.
Algunos interpretan estos bizcochitos como la versión fácil de los " Macarons", ya que contienen básicamente los mismos ingredientes, siendo su mayor diferencia el montado o no de las claras. Para mí son elaboraciones absolutamente diferentes, ya que, simplificando bastante, los Financiers son un bizcocho y los Macarons, merengues con almendra. Sea como sea, la verdad es que son muy sencillos de elaborar y tienen un gusto único.
El ingrediente que les da su sabor característico es la mantequilla avellana o clarificada. Si quieres saber un poco más sobre este ingrediente, puedes consultar el post que escribí sobre la mantequilla. Encontrarás todas sus características y un paso a paso con fotografías detalladas de cómo prepararla en casa.
La receta que os presento es la básica, pero podéis intentar algo más creativo añadiendo a la masa ralladuras de cítricos, frutos rojos, pepitas de chocolate, vainilla, e incluso cambiar la harina de almendra por la de otro fruto seco. Os recomiendo que los preparéis como bizcochitos individuales, dulces de bocado (" Petit fours") en moldes pequeños de estilo de madeleines o magdalenas, redondas, ovaladas, rectangulares, etc. Incluso los podéis utilizar dentro de un postre más completo, por ejemplo, acompañados de una crema inglesa y una mousse de chocolate. Como siempre os digo, ¡dejad volar la imaginación!.
Financiers
(Para 12 uds medianas)
Ingredientes
- Mantequilla avellana - 120 g (unos 150 g de mantequilla normal)
- Harina - 90 g
- Azúcar - 200 g
- Harina de almendra - 80 g
- Claras (templadas) - 200 g (unas 5 claras)
- Sal - C.S.
- Impulsor - 4 g
Preparamos todos los ingredientes para que se atemperen a la temperatura ambiente. Mientras tanto elaboramos la mantequilla avellana. En un cazo, a fuego suave, ponemos a calentar la mantequilla. Poco a poco se irá evaporando el agua y los sólidos se acumularán en la superficie, en forma de espuma, o decantarán en el fondo del cazo. Ten cuidado no se queme, porque perderá todas sus buenas propiedades. Cuando comience a desprender un aroma a avellanas intenso, la retiramos del fuego y la colamos. Reservamos a temperatura ambiente hasta que temple.
Mezclamos la harina tamizada con el azúcar, la harina de almendras, la pizca de sal y el impulsor. Añadimos las claras ligeramente batidas y templadas. Puedes calentarlas ligeramente en el microondas, con un par de tandas de 10 segundos, teniendo cuidado de no cuajarlas.
Cuando la mantequilla avellana esté fría al tacto, la añadimos en hilo fino removiendo con cuidado para que se vaya incorporando. No hace falta batir la masa, no necesitamos que incorpore aire. Cubrimos el bol con un paño seco y dejamos reposar la mezcla, a temperatura ambiente, durante 30-45 minutos.
Pasado este tiempo, precalentamos el horno a 200 ºC, con el calor arriba y abajo y la rejilla un poco por debajo de la mitad del mismo. Encamisamos el molde elegido, engrasándolo con mantequilla y espolvoreándolo de harina. Repartimos la masa en los moldes, rellenando sólo hasta la mitad porque esta masa crece mucho.
Horneamos unos 15 minutos o hasta que los bizcochitos adquieran un bonito color dorado. Puedes pincharlos para saber si están bien cocidos por dentro. En este caso el tiempo puede ser muy variable en función del tamaño de los moldes elegidos. El que os doy es para una bandeja de 12 magdalenas.
Al sacarlos del horno los dejamos reposar un par de minutos y los desmoldamos aún en caliente. Es conveniente conservarlos en un recipiente hermético, para que no se resequen.
Espero que os gusten y todos vuestros comentarios. Ya me contaréis si os lanzáis a prepararlos. Por supuesto, cualquier duda que os surja, no dudéis en transmitírmela. Yo me despido por hoy, hasta pasado mañana, que tendremos una nueva publicación de las " Tradiciones Siempredulces". ¡Besotes!.