Finito larga en la mesa redonda

En la apertura de las vigésimosextas Jornadas de Tauromaquia de Algeciras y bajo el título de "Ser Califa"ofreció una conferencia el doctor Rafael Comino, en la que expuso los motivos para nombrar Califa Cordobés a Juan Serrano "Finito de Córdoba".

El diestro tomó la palabra y, entre otras cosas, dejó claro con total sinceridad que no existe unión entre los matadores para defender la Fiesta de los actuales ataques. Puso en tela de juicio al G-10, destacando que "cada uno va a su interés y no al general...". "No hay derecho –dijo- que luchemos por nuestros intereses y no por los de compañeros que cobran mucho menos".

"Con Miguel Báez Litri tuve hace algunos años conversaciones y conseguimos reunir a muchos compañeros, pero ahora ni nos han llamado", y añadió: "respeto a todos los compañeros, son figuras, pero de unión real nada de nada".

Con total contundencia reconoció que "deberíamos ir todos a ver a José Tomás a darle las gracias por lo que hace por la Fiesta, por su defensa de no dejarse televisar y por muchas cosas pero nuestro orgullo nos lo impide".

También dijo que "en una ocasión me dijeron que no debería torear una corrida en América por solidaridad, por algún impago que había. Le dije a Toño Matilla, mi apoderado, que no torearía y me dijo que hiciera lo que quisiera pero que si él no toreaba habría cien que lo harían y por menos dinero... ¿eso es unión?", conluyó.

Fuente: Juan Belmonte en Aplausos

Me pregunto, ¿piensa o pensaba igual cuando iba y va a esos pueblos de Dios a torear, como otras “figuras” hacen, quitando un puesto a los que empiezan y necesitan de esas corridas?  ¿Cree que participar en programas televisivos en los que se trata al toreo como una pachanga, es hacerle un favor a la Fiesta? A buenas horas estas declaraciones, cuando está donde está en su profesión por deméritos propios, este torero que pudo ser un diestro para la historia. ¡Y le quieren nombrar Califa Cordobés! 

Foto: Finito tras el de Zalduendo en la corrida del 22/9/08  en la Malagueta al que fue incapaz de matar, y el toro volviendo solito a los corrales. Toda una proeza para un “matador de toros”. Pena de torero con unas condiciones innatas para haber sido un mandón en el toreo y una figura de época.