Páginas: 416
ISBN: 978076365292
Precio: unos 7 € en The Book Depository (con los gastos de envío gratis para España y otros países)
Sin traducción al castellano.
Descubrí a Melina Marchetta gracias a Cadentia y más tarde Barnsdale confirmó que tenía que leerla. Dicen que no es bueno hacerse demasiadas expectativas cuando cogemos un libro; no sé si ese ha sido mi caso, pero en efecto no puedo compartir las entusiastas palabras de mis compañeras blogueras en esta reseña.
Melina Marchetta
Melina Marchetta (Sydney, 1965) es una profesora y escritora australiana de gran éxito en su país. De jovencita tuvo dudas con respecto a los estudios, lo que la llevó a abandonar la escuela a los quince años para ponerse a trabajar, primero en un banco y luego en una agencia de viajes. Entonces decidió retomar su formación, se sacó el título de enseñanza y entró a trabajar en un colegio. Con respecto a su carrera literaria, se estrenó con Buscando a Alibrandi en 1992, que obtuvo un gran acogida e incluso se adaptó a la gran pantalla. Desde entonces ha publicado Saving Francesca (2003), Jellicoe Road (2006, ganador del Premio Printz 2009), Finnikin of the Rock (2008) y The Piper’s son (2011), ninguno de ellos traducido al castellano. La mayoría de sus obras se encuadran en el género realista, aunque precisamente el libro del que os hablaré se sale de la norma y nos adentra en un mundo imaginario propio de la fantasía épica.Sinopsis
Nos encontramos en el continente imaginario de Skuldenore. En él, hay un reino llamado Lumatere que diez años atrás vivió una tragedia, los llamados «cinco días de lo indecible»: asesinaron al rey, a la reina y a sus hijas, y se sospecha que el heredero corrió la misma suerte. Todo terminó con más muertes y una maldición, lo que obligó a los habitantes a huir. Los que lo lograron, viven exiliados en otros reinos, generalmente en malas condiciones; los que se quedaron dentro, sufren las decisiones del rey impostor.En esas entra en escena Finnikin de la Roca, el hijo del capitán de la guardia de Lumatere. Este chico lleva años a cargo del primer hombre del rey, Sir Topher, junto al que recorre el continente para tomar nota de los exiliados que han muerto con el paso del tiempo. Entre ellos hay resignación, ni se les pasa por la cabeza la posibilidad de regresar a su tierra. No obstante, un día aparece una novicia llamada Evanjalin que asegura que Balthazar, el heredero al trono, sigue vivo y sabe cómo encontrarlo. La chica se une a Finnikin y a su mentor en sus viajes (muy a pesar del joven, que la ve como una carga), pero enseguida se hace patente que no es la muchacha pura e inofensiva que aparenta ser. De entrada, no habla por un supuesto voto de silencio, aunque a los pocos días descubren que conoce muchos idiomas y tiene la lengua muy afilada…
Comentario personal
Olvidemos por un instante la etiqueta de juvenil que tanto daño hace en estos momentos (ya sabéis, casi todo es más de lo mismo, falta originalidad, etcétera, etcétera). Olvidemos también el romance que aparece casi por imposición en todas las novelas del género. Olvidemos todo eso porque Finnikin of the Rock (en castellano sería Finnikin de la Roca) es como volver a coger un libro de fantasía de los de siempre, con sus reinos, sus guardias, sus princesas guerreras y sus brujas que lanzan maldiciones. En ese sentido, no aporta nada nuevo aunque, dadas las circunstancias que atraviesa la literatura juvenil, casi es una ventaja que se aleje de lo «moderno».En la sinopsis no he querido explayarme demasiado, pero en lo relativo a los «cinco días de lo indecible» hay más miga que tiene su importancia en el desarrollo de la novela. Sería un error pensar que por poco novedoso se trata de un libro simple, pues si algo destaca de la pluma de Melina Marchetta es su habilidad para entretejer relaciones entre los personajes, no únicamente de amor, sino de amistad, camaradería, y por qué no, odio, odio hacia los que han hecho tanto daño. Pese a encuadrarse dentro de la fantasía, en la práctica esta novela tiene mucho realismo, un aspecto en el que insistiré a lo largo de esta reseña.
Con respecto a la historia en sí, tengo que reconocer que trata bastantes temas interesantes que se relacionan directamente con nuestra vida: la frustración de un chico que aspira a ser como su padre, las consecuencias de los problemas políticos para la gente del pueblo, cómo a veces las cosas no van como esperamos y nuestra existencia da (para bien o para mal) un giro de ciento ochenta grados… A decir verdad, magia y asuntos fantasiosos hay poquitos, la capacidad de un personaje para visitar los sueños y poco más. La ambientación en un lugar imaginario —que, a todo esto, no está mal, aunque no me parece lo más destacable— no impide que el lector se pueda ver reflejado en algunas situaciones. Así pues, podemos afirmar que Finnikin of the Rock es un novela de fantasía con enjundia.
Y para eso resulta imprescindible contar con unos protagonistas adecuados. Me gusta cómo perfila la personalidad de Finnikin, un chico que ha perdido a su madre y lleva años sin ver a su padre. Ha crecido con el ideal de este siempre presente, como cuando era un niño y soñaba con sustituirlo como capitán de la guardia del rey. Evanjalin no le va a la zaga, ella tampoco es la heroína a la que estamos acostumbrados: desde el principio destaca su picardía, tanto cuando calla como cuando abre la boca. Se nos presenta como una chica inteligente, con recursos y agallas pero, ojo, a veces sus palabras hieren. Me ha caído bien y me parece una figura interesante, con todo ese misterio que la rodea.
Los secundarios también dan la talla, sin alcanzar el nivel del dúo de protagonistas. Tenemos al mentor, Sir Topher, un hombre tranquilo y con sentido común; el padre de Finnikin, Trevanion del Río, que como buen guerrero los tiene bien puestos y no duda en emprender lo que haga falta para salir adelante; Froi, un chico peculiar que evoluciona bastante a lo largo de la historia; Perri el Salvaje, compañero de fatigas de Trevanion, etc. Cumplen su rol y, a propósito de Froi, el libro tendrá una especie de segunda parte narrada por él.
Finnikin of the Rock me empezó a enganchar de verdad cuando Evanjalin abre la boca y nace la química (que no amor a primera vista) entre ella y Finnikin. Ni él es el chico perfecto, ni ella la pavisosa de turno o la heroína idealizada. Por una vez, la relación amorosa me ha parecido creíble, avanza a su ritmo y carece de los clichés que están tan presentes en el género. Sus diálogos están muy bien construidos, los considero uno de los puntos fuertes del libro. La narración, en tercera persona, está bastante cuidada, se nota que Marchetta no es una novata en esto de la literatura. Supongo que la experiencia de la autora en el género realista ha influido de manera positiva en su incursión al terreno fantástico.
Hablando de realismo, alguna que otra vez me he quejado de la excesiva pureza de la literatura juvenil (o en otras palabras, que no me creo que los tortolitos pasen tanto tiempo sin mantener relaciones íntimas y se conformen con palabras bonitas). En ese sentido, Melina Marchetta arriesga y hace diversas referencias sexuales a lo largo de toda la novela. Tranquilos, no hablo de escenas propias de las novelitas de Harlequin, sino de comentarios jocosos que están francamente bien. Le dan un toque de humor que nunca viene mal. Además, no penséis que Finnikin cae rendido a los pies de la novicia de inmediato: el chaval se va de putas y le gusta tontear con las damitas de turno. Tiene la mente de un chico normal de su edad, ni más ni menos.
Sin embargo, este Finnikin of the Rock no me ha convencido al cien por cien. En primer lugar, por una cuestión muy subjetiva y difícil de valorar: en muchos capítulos me ha aburrido, creo que a veces alarga las escenas menos interesantes y en cambio avanza rápido cuando se hacen revelaciones importantes. Sin ir más lejos, tantos viajes, tantos rodeos, me han cansado, y no me habría importado que fuera más despacio en la última parte. La historia en sí no está mal, pero creo que algunos giros son un poco rocambolescos, no me gusta que se den por muertos a ciertos individuos durante gran parte de la historia y luego aparezcan como si nada. No sé, no me convenció, aunque habrá gente que opine justo lo contrario.
A pesar de sus muchas cualidades, no puedo negar que el recuerdo que quedará en mí de este relato no resulta demasiado halagador. Y es que me ha dejado bastante fría. No puedo decir que tenga incoherencias, ni que esté mal escrito (todo lo contrario: a Melina Marchetta le sobra talento para esto), pero le falta ese algo indefinible que marca la diferencia entre un libro que te llega y otro que no lo consigue. De todas formas, si el libro os llamaba la atención, no dejéis de leerlo por esta apreciación mía, pues me parece algo muy subjetivo (aunque, como es obvio, le pasa factura a la hora de ponerle nota).
A medida que avanzaba y veía que este libro no era para mí, no pude evitar acordarme de otra novela juvenil de fantasía épica que leí el año pasado: Graceling, de Kristin Cashore. El libro tuvo una buena acogida aunque luego se desinfló un poco, pero yo puse la nota discordante porque me pareció bastante aburrido y con temas desaprovechados. Diría que Finnikin of the Rock me parece mejor: no tiene la gracia de las gracias, valga la redundancia, pero sí una prosa más cuidada y unos protagonistas muy bien construidos. Aun así, lo que os decía: ambos me han aburrido de lo lindo.
En general, no he salido demasiado contenta de esta primera incursión en la obra de Melina Marchetta. Su prosa me ha convencido, en especial por los diálogos; no obstante, un ritmo lento en las escenas menos atractivas (para mi gusto) le hace perder puntos. Eso sí, en comparación con otras novelas juveniles actuales, Finnikin of the Rock se merece estar en el podio por desmarcarse de las normas y hacer un buen trabajo en lo que se refiere a la trama amorosa. Le daré otra oportunidad a la autora con Jellicoe Road, que ya lo tengo en casa y según se dice es su mejor libro.
Nota: Finnikin of the Rock es un libro autoconclusivo y lo podéis coger con la tranquilidad de que su trama principal tiene un principio y un final. Ahora bien, la autora decidió escribir dos novelas más ambientadas en Skuldenore, por lo que encontraréis Finnikin of the Rock catalogado como el primer volumen de la trilogía Crónicas de Lumatere. El segundo libro, Froi of the Exiles, estará narrado por otro personaje y verá la luz en Australia el próximo mes de octubre. En Estados Unidos llegará en marzo de 2012.
Conclusión
Me esperaba más de Finnikin of the Rock. Tiene el sello de calidad que siempre aporta una escritora consolidada; sin embargo, la historia carece de originalidad y además se me ha hecho aburrida en muchas ocasiones. Los diálogos entre los protagonistas y la forma en que avanza su relación me han gustado mucho, todo me parece más creíble que en la mayoría de novelas juveniles, pero esto no ha sido suficiente para que le otorgue una puntuación mayor. Además, está la desventaja (para muchos de los que me leéis) de que no lo han traducido al castellano. En definitiva, solo puedo recomendarlo a los grandes amantes de la fantasía, que quizá encuentren más interesante esta historia.Enlaces de interés:
Web de Melina Marchetta
Mi valoración: 6/10